Durante el rezo del Ángelus, el Papa León XIV reflexionó sobre el Evangelio de san Lucas (13,22-30), que presenta la imagen de la “puerta estrecha”. El Pontífice subrayó que esta enseñanza de Jesús no es una amenaza, sino una invitación a vivir una fe auténtica.
“El Señor no quiere desanimarnos. Más bien, sus palabras buscan desafiar la presunción de quienes creen estar ya salvados, de quienes realizan actos religiosos pero piensan que eso es suficiente”, afirmó.
Una fe que transforma la vida
El Papa advirtió que la fe no puede reducirse a ritos externos o a un mero conocimiento religioso.
“No es suficiente profesar la fe o conocer bien las enseñanzas cristianas, si luego nuestra vida no refleja el amor, la justicia y la misericordia”, señaló.
Jesús mismo atravesó la puerta estrecha
Recordando el testimonio de Cristo, León XIV explicó que el mismo Jesús eligió el camino más exigente:
“No tomó la vía del poder ni del éxito, sino la de la cruz, entregándose por amor. Y nos pide lo mismo: arriesgar por amor, luchar contra el egoísmo, perseverar en el bien, incluso cuando resulta difícil”.
Una puerta que conduce a la alegría
El Papa alentó a los fieles a no temer el desafío que supone el Evangelio:
“La puerta puede parecer estrecha, pero en realidad se abre a la vida verdadera, a la alegría, al abrazo del Padre. Es el camino que nos conduce a la gran fiesta de Dios”.
Bajo el amparo de María
Finalmente, el Santo Padre confió este camino de fe a la intercesión de la Virgen María:
“Invoquemos a la Virgen, para que nos ayude a atravesar con valentía la puerta estrecha del Evangelio y experimentar la amplitud de su amor y la alegría eterna que Él prepara para nosotros”.
