El papa León XIV envió un telegrama de condolencias, firmado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en el que manifestó su cercanía espiritual y solidaridad con el pueblo afgano tras el potente terremoto que sacudió la región oriental del país la noche del domingo.
El sismo, de magnitud 6.0 en la escala de Richter, dejó un saldo devastador: más de 800 muertos y 2,500 heridos, según reportaron las autoridades locales. Los distritos de Nurgal, Sawkay, Watapur, Dara Pech y Chapi Dara figuran entre los más afectados, con amplias zonas reducidas a escombros y caminos bloqueados por deslizamientos de tierra.
En su mensaje, el Pontífice expresó su “profunda tristeza por la significativa pérdida de vidas” y ofreció oraciones “por las almas de los fallecidos, los heridos y los desaparecidos”. Asimismo, pidió fortaleza y consuelo para las familias en duelo y reconoció la labor del personal de emergencia y de las autoridades civiles que encabezan las tareas de rescate y recuperación.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el epicentro del sismo se localizó a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar, a una profundidad de apenas ocho kilómetros, lo que amplificó su poder destructivo. Tras el temblor principal, registrado a las 23:47 hora local (19:17 GMT), se produjeron al menos dos réplicas de magnitud 5.2, que incrementaron el pánico entre la población.
Los equipos de rescate trabajan sin descanso desde la madrugada para localizar supervivientes. Sin embargo, las labores se han visto obstaculizadas por los derrumbes y las carreteras bloqueadas, lo que complica el acceso a las comunidades más aisladas.
El papa León XIV concluyó su mensaje invocando sobre Afganistán “las bendiciones divinas de consuelo y fortaleza” en este momento de prueba para la nación.
