Santo Domingo, R.D., 4 de septiembre de 2025 — La Arquidiócesis de Santo Domingo y el Instituto Secular de Nuestra Señora de la Altagracia despidieron este jueves a la Hna. Ana Teresa Gómez Cruz, conocida cariñosamente como “Teté”, quien partió a la Casa del Padre el pasado 2 de septiembre a los 90 años, tras una vida dedicada con fidelidad al servicio de la Iglesia y de la evangelización.
La Misa de exequias fue presidida por Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Primado de América, y concelebrada por Mons. Faustino Burgos Brisman, Obispo de Baní; Mons. Manuel Ruiz, recientemente nombrado Obispo de la Diócesis de Stella Maris; y Mons. Daniel Lorenzo Vargas, Vicario Episcopal de Santo Cristo de los Milagros, junto a varios sacerdotes y miembros de la comunidad eclesial.
El acto litúrgico se celebró en la Catedral Primada de América y, posteriormente, los restos de la religiosa recibieron cristiana sepultura en el Cementerio Nacional Máximo Gómez.
Una vida de fe y entrega
Nacida en La Vega el 15 de octubre de 1934, la Hna. Ana Teresa dedicó 69 años de consagración y servicio a la Iglesia. Ingresó al Instituto Secular de Nuestra Señora de la Altagracia el 5 de junio de 1956, animada en su discernimiento vocacional por el P. Uranga y otras altagracianas.
Su misión la llevó a distintas comunidades, especialmente en educación, catequesis y pastoral social. Fue una de las primeras misioneras del Instituto en Dajabón, donde colaboró con los jesuitas en comunidades fronterizas y rurales. También desempeñó labores en Radio Santa María (Santo Cerro) y en las diócesis de San Juan de la Maguana y Azua.
En el ámbito administrativo y pastoral, sirvió como secretaria de reconocidos obispos y cardenales —entre ellos Mons. Roque Adames, Mons. Hugo Eduardo Polanco Brito, Mons. Octavio Antonio Veras y Mons. Francisco José Arnaiz—, además de ser tesorera del Arzobispado de Santo Domingo. Durante más de 40 años colaboró de manera ininterrumpida con la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), convirtiéndose en un referente de fidelidad y servicio silencioso dentro de la Iglesia.
Homilía y reconocimiento
Durante la homilía, Mons. Daniel Lorenzo Vargas destacó la fidelidad y el testimonio de la Hna. Ana Teresa:
“Nuestra querida Ana Teresa ha sido una mujer fiel al Señor desde muy joven. Su vida fue un constante testimonio de honestidad, dedicación y amor por la Iglesia. Ese legado debe propagarse como chispas en medio de nosotros, en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad”.
El obispo también subrayó su profunda relación con la Eucaristía:
“Ana Teresa vivió alimentada por la Eucaristía y ahora, en su Pascua, da el salto a la plenitud de la vida eterna. Ella seguirá orando por nosotros y por su querido Instituto Altagraciano, que tanto amó”.
Al concluir la celebración, Mons. Francisco Ozoria expresó gratitud por sus largos años de servicio:
“La Arquidiócesis de Santo Domingo agradece profundamente la entrega de la Hna. Ana Teresa, tanto en el Arzobispado como en la Conferencia del Episcopado. Su servicio fiel y silencioso ha sido una bendición para la Iglesia y para todos los que tuvimos la dicha de conocerla. Pedimos a la Virgen de la Altagracia que la lleve a la Casa del Padre y que su testimonio inspire nuevas vocaciones”.
El Instituto Altagraciano
El Instituto Secular de Nuestra Señora de la Altagracia, fundado en 1950 en el Santo Cerro y aprobado por la Iglesia en 1964, tiene como misión vivir la consagración en medio del mundo, testimoniando el Evangelio desde la vida cotidiana con un fuerte compromiso evangelizador, social y pastoral.
Para conocer más sobre la vida y legado de la Hna. Ana Teresa Gómez Cruz, te invitamos a leer su semblanza completa.
Semblanza Sor Ana Teresa de Jesus Gomez