Papa León XIV en Turquía: un llamado a la unidad, la memoria histórica y la renovación espiritual a 1700 años del Concilio de Nicea

En una visita marcada por el diálogo ecuménico y el recuerdo de Nicea, el Pontífice invitó a renovar la fe, fortalecer la comunión y mantener viva la esperanza cristiana en medio de los desafíos actuales.

by José Medrano
0 comments

Vaticano/Ankara/İznik. La visita del papa León XIV a Turquía estuvo marcada por un fuerte acento histórico y espiritual: la conmemoración de los 1700 años del Concilio de Nicea (325), un acontecimiento decisivo para la identidad cristiana. En cada encuentro —con obispos, comunidades católicas, líderes ecuménicos y en la misa de Adviento— el Pontífice invitó a releer ese momento fundacional a la luz de los desafíos actuales de la Iglesia.

Encuentro con obispos: Una mirada de fe para tiempos de cambio

En su reunión con obispos y responsables pastorales, el Papa situó sus palabras en el contexto de la memoria de Nicea, recordando que la Iglesia siempre ha atravesado cambios complejos.
Dijo que, al igual que en el siglo IV, hoy los pastores están llamados a custodiar la fe y fortalecer la esperanza del pueblo de Dios.

A 1700 años del Concilio que proclamó la divinidad de Cristo, el Papa insistió en que la misión episcopal consiste en acompañar con ternura y discernimiento, sobre todo a las comunidades pequeñas o dispersas, presentes en Turquía.
“Los movimientos de la historia —advirtió— no deben generar miedo, sino apertura al Espíritu Santo”.

Encuentro con católicos turcos: Testigos humildes como en los inicios del cristianismo

En su encuentro con sacerdotes, religiosas y laicos, el Papa evocó la experiencia de los primeros cristianos que, en tiempos de Nicea, vivían como minoría, pero transformaban el mundo con su testimonio.

Señaló que la Iglesia en Turquía revive hoy aquella realidad: discreta, pequeña, pero profundamente luminosa.
“Ustedes guardan viva la llama del Evangelio donde pocos la esperan”, afirmó el Pontífice.

Los animó a cultivar la fraternidad y a perseverar en un testimonio hecho más de amor que de palabras. La fuerza de la fe, insistió, “no está en gritar más fuerte, sino en amar más profundamente”.

Encuentro ecuménico e interreligioso en İznik: La ciudad donde la historia vuelve a hablar

En İznik —antigua Nicea— el Papa se reunió con líderes cristianos y representantes de otras religiones. Allí, en la ciudad donde hace 1700 años la Iglesia dio un paso decisivo hacia la unidad doctrinal, el Papa invitó a todos a redescubrir el espíritu niceno.

Recordó que, así como el Concilio buscó la verdad para unir a la comunidad creyente, hoy el diálogo ecuménico debe orientarse a sanar divisiones del corazón.
“Si entonces se afrontaron tensiones teológicas, hoy nos corresponde superar la indiferencia, los prejuicios y las heridas del pasado”, subrayó.

También alentó el diálogo interreligioso, destacando que Turquía es un puente natural entre culturas y creencias que pueden trabajar juntas por la justicia y la paz.

Declaración conjunta con el Patriarca Bartolomé: Un compromiso de unidad inspirado en Nicea

De manera especialmente significativa, el papa León XIV y el Patriarca Ecuménico Bartolomé firmaron una declaración conjunta reafirmando el compromiso de avanzar hacia la plena comunión.
Recordaron que el Concilio de Nicea no solo definió la fe cristológica, sino que también representó un esfuerzo por preservar la unidad de la Iglesia.

Ambos líderes coincidieron en que el mundo actual necesita un testimonio cristiano común: en defensa de la creación, la paz, la solidaridad y las comunidades más vulnerables.
El Papa expresó: “Si hace 1700 años supimos encontrar un consenso alrededor de Cristo, también hoy podemos caminar hacia una unidad visible que ilumine al mundo”.

Creditos Vatican Media

Eucaristía del I Domingo de Adviento: Una esperanza que atraviesa siglos, de Nicea hasta hoy

Durante la celebración del I Domingo de Adviento, el Papa profundizó en la relación entre este tiempo litúrgico y la herencia del Concilio de Nicea.
Recordó que, así como los Padres conciliares afirmaron con valentía que Cristo es “Luz de Luz”, también hoy la Iglesia está llamada a vivir vigilante, confiada en la cercanía del Señor que viene.

El Papa invitó a los fieles a cultivar tres actitudes esenciales:

• Vigilancia confiada, que brota de la certeza de que Dios actúa en la historia incluso en los tiempos más inciertos.
• Conversión del corazón, un volver a lo esencial del Evangelio, del mismo modo que el Concilio buscó volver a la verdad sobre Cristo.
• Misión valiente, inspirada por la luz eterna que Nicea proclamó con fuerza.

“El Adviento —dijo— nos llama a despertar, a no ceder al miedo ni a la indiferencia. La historia cambia, pero la promesa de Dios permanece”.

Animó finalmente a vivir este tiempo con renovada esperanza:
“El mundo necesita cristianos que esperen, que crean, que mantengan encendida la luz incluso en medio de la noche”.

La visita del papa León XIV a Turquía, iluminada por el aniversario de los 1700 años del Concilio de Nicea, reavivó un mensaje de unidad, esperanza y diálogo. Como entonces, la Iglesia está llamada a reafirmar su fe en Cristo y ofrecer al mundo un testimonio de fraternidad y paz.

Related Posts

Leave a Comment