SANTO DOMINGO, RD. 2020. La Cena Pan y Vino del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, celebra su tradicional cena, este año en su Vigésimo Octava (XXVIII) edición. Esta actividad es un evento, en el cual los cristianos católicos nos reunimos en un solo cuerpo para hacer nuestra ofrenda de amor y así ayudar a la formación sacerdotal en nuestro país.
El Revdo. P. Licdo. José Amable Durán Tineo, Rector del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, expresó que en esta institución se forman seminaristas jóvenes, que, llamados por Dios al servicio de la Iglesia, se preparan para ser sacerdotes.
En el transcurrir de estos 28 años, han sido muchas las metas y los objetivos logrados: “se han ordenado entre diocesanos y religiosos alrededor de 450 sacerdotes, que hoy prestan sus servicios dentro y fuera del país. Actualmente hay 88 seminaristas internos: 39 en Filosofía y 49 en Teología, pero en las aulas son 156, ya que los que pertenecen a las comunidades religiosas y casas de formación reciben en este plantel su formación académica”, comentó.
Por otra parte, es importante señalar que por esta institución han pasado numerosos jóvenes que, en su proceso formativo, descubrieron que su verdadera vocación no era la vida consagrada, y se han destacado en diversos ámbitos de la vida pública y privada.
Esta actividad ha sido una iniciativa del ex – Rector del Seminario y hoy Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, S. E. Mons. Fausto Ramón Mejía Vallejo con la colaboración del Revdo. P. Mateo Andrés, EPD y el grupo Gratitud. El evento contó con la conferencia magistral del destacado presbítero, Rvdo. P. Tulio Cordero, con el tema: “Hay más alegría en dar que en recibir”.
A la cena asistieron: S. E. R. Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santo Domingo, acompañado de su obispo auxiliar: S. E. R. Mons. Faustino Burgos Brisman, (C.M); S. E. R. Mons. José Dolores Grullón Estrella, Obispo de la Diócesis de San Juan de la Maguana; la Lcda. Cándida Montilla de Medina, Primera Dama de la República Dominicana; Doña Rosa Gómez de Mejía, Ex primera Dama de la República Dominicana, el empresario José Luis Corripio Estrada y su esposa Ana María Alonso, el Coronel Andrés Cruz Cruz y su esposa Lonie Seijo, entre otras personalidades.
En una noche comunión fraterna, contamos con el famoso artista dominicano Ramón Orlando y el Coro del Seminario Pontificio quienes encendieron el ambiente con un sabroso merengue típico a ritmo de güira, tambora, piano y acordeón.
HISTORIA DE LA CENA PAN Y VINO
Esta iniciativa fue ideada por el hoy obispo Mons. Fausto Mejía Vallejo, obispo de San Francisco de Macorís, quien junto al fallecido y recordado Revdo. Padre Mateo Andrés y un maravilloso grupo de matrimonios, llamado Gratitud, se unieron para apoyarlos, en el año 1992.
Su motivación es de orden teológico, pues Pan y Vino son el símbolo de la Eucaristía y, por tanto, de un Seminario diocesano. A esa motivación teológica se añadió otra más práctica y utilitaria ya que en el principio inició como un banquete común y corriente lo que multiplicaba el trabajo y los gastos, al tiempo que las ganancias eran mínimas. Por el contrario, una Cena Pan y Vino se prepara con amor, sencillez y menor costo. Por tal razón, el Equipo Formador pensó inmediatamente en esta posibilidad para paliar algunos déficits en el presupuesto del Seminario.
En esta Cena, se les recuerda a los cristianos comprometidos una verdad evidente: no tienen derecho a esperar para mañana buenos y santos sacerdotes, quienes hoy no se ocupan de prepararlos. Por otra parte, se les incentiva a la solidaridad y colaboración, recordando la expresión evangélica: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hch 20, 35). De igual modo, se les agradece de corazón su amor al Seminario y sentido de cooperación. Por lo que continuamente pedimos a Dios, en nuestras oraciones y celebraciones eucarísticas que bendiga abundantemente con toda clase bienes materiales y espirituales sus vidas y sus familias.
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