El Vaticano se adhiere a la iniciativa de los alcaldes italianos de exhibir las banderas a media asta para recordar a las víctimas del Covid-19. Una solidaridad que la Santa Sede extiende al resto del mundo donde hay un total de 700.000 casos y 38.000 víctimas.
Un mediodía de luto y el tricolor se apaga. Los municipios italianos han decidido conmemorar a las víctimas del coronavirus el 31 de marzo y «honrar el sacrificio y el compromiso de los trabajadores sanitarios» bajando la bandera a media asta. Un gesto que es apoyado por la Santa Sede, dispuesta a hacer lo mismo con su bandera para expresar «la cercanía a las víctimas de la pandemia en Italia y en el mundo, a sus familias y a los que luchan generosamente para ponerle fin», tal como anunció esta mañana la Oficina de Prensa del Vaticano.
La iniciativa fue lanzada hoy por Anci, la Asociación que reúne a los municipios italianos, «para abrazarnos idealmente a todos», un signo «de apoyo mutuo, como sabemos hacer los alcaldes», dijo Antonio Decaro, alcalde de Bari y presidente de Anci. La «chispa inicial» de esta idea fue encendida por el presidente de la provincia de Bérgamo, Gianfranco Gafforelli, para los alcaldes de su territorio, con Decaro que luego decidió extenderla a todo el país.
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