El Arzobispo de Piura (Perú), Mons. José Antonio Eguren, ofreció una especial oración familiar para el momento en que se coloquen las ramas en las puertas o ventanas de las casas el Domingo de Ramos, ante la imposibilidad en muchos lugares de asistir a Misa por la cuarentena del coronavirus COVID19.
El Prelado alentó a colocar una rama verde antes de seguir por televisión o Internet la Misa del día. La rama, dijo, “significará que proclamamos y aclamamos a Cristo como nuestro Rey y Salvador. Es además símbolo anticipado de su triunfo pascual, es decir, de su victoria sobre el pecado, la muerte y el mal, porque el Amor siempre vence”.
“Esa rama verde colocada en nuestras casas, por humildes que estas sean, es proclamación pública de que allí vive una familia o alguien que es discípulo-misionero de Jesucristo, y miembro de Su Iglesia, que está dispuesto a dar testimonio del Señor con su palabra y con su vida, amando a los hermanos sin preferencia ni distinción alguna, a semejanza de Jesús, que nos amó hasta el extremo”, afirmó.
A continuación la oración familiar propuesta por el Prelado peruano:
Antes de colocar la rama verde en la puerta o ventana de nuestra casa y disponernos a seguir por las redes sociales o por la radio la Santa Misa de este día, el padre o la madre, reunida con su familia en la puerta de su hogar dice la siguiente oración:
Oremos:
Acrecienta, Señor, la fe de los que en ti esperamos, y escucha las oraciones de los que a ti acudimos, para que quienes hoy ponemos esta rama verde en la puerta (o ventana) de nuestra casa en honor de Cristo victorioso, permanezcamos en Él, dando fruto abundante de buenas obras y nos veamos protegidos de todo peligro.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Uno de los miembros de la familia coloca la rama verde en la puerta de la casa o en la ventana
Queridos hermanos: no nos olvidemos que la rama verde es también símbolo de paz. Por tanto colocarla en nuestras casas de una manera visible es una manera de suplicar al Señor que proteja a nuestras familias de todo mal, de toda enfermedad, y que Cristo resucitado nos salve finalmente de esta pandemia que aflige hoy a la humanidad y a nosotros.
Fuente: Aciprensa