Las Naciones Unidas ha enfocado el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo de este año 2020 en la pandemia. El Pontífice a través de Twitter ha recordado este día, asegurando que todo progreso científico debe respetar la centralidad de la persona humana.
“La sociedad se enriquece con el diálogo entre ciencia y fe, que abre nuevos horizontes al pensamiento. Los progresos científicos han de ser iluminados con la luz de la fe, para que respeten la centralidad de la persona humana”. Es este el tweet que ha publicado el Papa Francisco a las 13:30 horas en su cuenta oficial de Twitter @Pontifex, seguido del hashtag #WorldScienceDay.
La sociedad se enriquece con el diálogo entre ciencia y fe, que abre nuevos horizontes al pensamiento. Los progresos científicos han de ser iluminados con la luz de la fe, para que respeten la centralidad de la persona humana. #WorldScienceDay
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 10, 2020
El Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo fue establecido por la ONU en 2001 para ser celebrado cada 10 de noviembre en todo el mundo y recordar así el compromiso asumido en la Conferencia Mundial sobre la Ciencia, que se celebró en 1999 en Budapest y en la cual se adquirieron diversos compromisos sobre el uso del saber científico para beneficio de las sociedades.
Tema 2020: Ciencia para hacer frente a la pandemia
Si hay algo que hemos aprendido en estos últimos meses es que la pandemia de COVID-19 nos ha demostrado aún más el papel crucial de la ciencia para abordar los desafíos mundiales. Es por ello que el día mundial que se celebra hoy destaca, entre otras cosas, la relevancia que tiene la ciencia en nuestra vidas y garantiza que todas las personas estemos al tanto de los avances de la ciencia.
Este año, en un momento en que el mundo está luchando contra la pandemia de COVID-19, el enfoque del Día Mundial de la Ciencia 2020 es «La ciencia para y con la sociedad para hacer frente a la pandemia global», de hecho, desde la perspectiva científica, la respuesta de la UNESCO al COVID-19 se estructura en torno a tres pilares principales: promover la cooperación científica internacional, asegurar el acceso al agua y apoyar la reconstrucción ecológica.