Ni siquiera el comienzo del nuevo año está exento de las restricciones impuestas por el coronavirus. De hecho, la misa del próximo 10 de enero, en la que la Iglesia celebra el Bautismo del Señor, también se ve afectada. Así lo informa en un comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, precisando que «debido a la situación sanitaria, como medida de precaución, este año no se celebrará el tradicional bautismo de los niños presidido por el Santo Padre en la Capilla Sixtina, el domingo del Bautismo del Señor». «Los bautismos, concluye la nota, se celebrarán en las respectivas parroquias de pertenencia».
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El 12 de enero de 2020, el Papa Francisco señaló que “bautizar a un hijo es un acto de justicia” porque “nosotros en el Bautismo le damos un tesoro, nosotros en el Bautismo le damos una promesa: el Espíritu Santo”.
Tras el Bautismo, el Santo Padre destacó que “el niño sale del Bautismo con la fuerza del Espíritu Santo” y añadió que el Espíritu Santo “lo defenderá, lo ayudará durante toda la vida”.
“Por eso es tan importante bautizarlos de niños, para que crezcan con la fuerza del Espíritu Santo”, advirtió el Papa.
Tras volver a decir “ustedes traen a sus hijos hoy con el Espíritu Santo”, el Pontífice recomendó a los padres y padrinos que “cuiden que crezcan con la luz, con la fuerza del Espíritu Santo” y puso como ejemplo “la catequesis, la ayuda, la educación, el ejemplo que ustedes darán en su casa”.
En esta línea, el Papa Francisco ha invitado en diversas ocasiones a recordar la fecha de nuestro Bautismo para agradecer al Señor.
El 8 de enero de 2020, el Santo Padre exhortó a “redescubrir la gracia que proviene del Sacramento y saberla traducir en compromisos cotidianos de vida”.
“Yo quisiera que cada uno de nosotros supiera la fecha del Bautismo: sabemos la fecha de nuestro cumpleaños, la fecha de nuestro nacimiento; pero ¿cuántos de ustedes saben la fecha del Bautismo? Pocos… como no se celebra, se olvida”, advirtió el Papa.
Por ello, el Santo Padre dejó esta “tarea para hacer en casa: Pregunten a sus padres, a los abuelos, a los tíos, a los amigos ‘¿cuándo fui bautizado?, ¿cuándo fui bautizada?’. Y lleven siempre esa fecha del Bautismo en su corazón para agradecer al Señor la gracia del Bautismo”, recomendó.
Asimismo, en 2013 el Papa dijo en una catequesis de la audiencia general que «el Bautismo es el punto de partida de un camino de conversión que dura toda la vida” pero añadió que “cuando vamos a confesar nuestras debilidades, nuestros pecados, vamos a pedir perdón a Jesús, pero también vamos a renovar el Bautismo con ese perdón” por lo que concluyó que el Sacramento de la confesión “no es una sala de tortura, es una fiesta para celebrar el día del Bautismo».