La celebración en Windhoek, capital del país africano, es un primer paso hacia la pacificación de una memoria histórica en la que pesan más de 70 000 muertos, entre ellos niños, mujeres y ancianos, asesinados durante el periodo del Imperio alemán entre 1904 y 1908. Alemania se ha comprometido a invertir más de 1000 millones de euros en el desarrollo del país africano tras reconocer esas masacres como «genocidio».
Federico Piana- Vatican News
Hoy es un día histórico en Namibia. Histórico porque el país del sur de África conmemora por primera vez a las víctimas del genocidio perpetrado contra los pueblos locales herero y nama por el Imperio alemán en un período comprendido entre 1904 y 1908, años en los que se consumó la llamada partición africana por parte de las naciones europeas.
Memoria compartida
Histórico porque la ceremonia conmemorativa de hoy en los jardines del centro de la capital, Windhoek, en presencia de las más altas autoridades del Estado, marca el primer paso hacia la asimilación pacífica de una memoria colectiva sobre la que esas atrocidades siguen pesando hoy como una losa: entre los herero hubo 65.000 muertos de un total de 80.000 pertenecientes a la etnia, mientras que los nama contaron 10.000 víctimas, exactamente la mitad de su población. Todos ellos fueron asesinados por atreverse a rebelarse contra la colonización, con una furia que no perdonó ni siquiera a miles de niños, mujeres, ancianos y enfermos, a los que se dejó morir de hambre y sed en los campos de concentración.
Camino hacia la unidad
«Invitamos a todos los namibios, a todos los ciudadanos, a venir a conmemorar con nosotros este día. Que las valientes almas de las víctimas sigan descansando en paz eterna», afirmó ayer la ministra de Información, Emma Theofelus, mientras que Gaob Dawid Gertze, representante de un clan de la comunidad nama, entrevistado por los medios de comunicación locales, reiteró la necesidad de «no dar nunca por sentados los privilegios que ofrece la democracia. No obstante, la belleza de la democracia reside en el hecho de que hoy toda la sociedad se une a esta celebración».
El compromiso «moral y político» de Alemania
Solo en 2021, Alemania reconoció oficialmente esas masacres como genocidio y anunció, como «compromiso moral y político», una inversión de más de 1000 millones de euros a lo largo de 30 años para el desarrollo del país africano, aunque negó una indemnización a los descendientes individuales de las víctimas.
