Un alto funcionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) confirmó el lunes 2 de junio que la institución llevará a cabo una revisión del medicamento abortivo mifepristona, tras varios estudios recientes que cuestionan la seguridad del fármaco.
El comisionado de la FDA, Marty Makary, dijo estar “comprometido” a realizar la revisión en una carta fechada el 2 de junio y dirigida al senador de Missouri Josh Hawley, quien ha sido un abierto promotor de la revisión de las regulaciones de seguridad de la píldora abortiva.
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“Como con todos los medicamentos, la FDA continúa monitoreando de cerca los datos de seguridad posteriores a la comercialización de la mifepristona para la interrupción médica del embarazo temprano”, escribió Makary.
Makary señaló que está “comprometido a realizar una revisión de la mifepristona y a trabajar con los científicos profesionales de carrera de la agencia que revisan estos datos”.
La carta sigue a una promesa del Secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr., quien dijo en una audiencia el mes pasado que había instruido a Makary a realizar una “revisión completa” de la píldora abortiva tras un informe que muestra que más de 1 de cada 10 mujeres experimentan efectos secundarios adversos por abortos químicos.
El estudio, el primero de su tipo, publicado por el Ethics and Public Policy Center el 28 de abril, examinó los registros de seguros de salud pública, encontrando que aproximadamente el 11% de las mujeres sufren al menos un “evento adverso grave” dentro de los 45 días posteriores a tomar mifepristona para un aborto.
De 865.727 pacientes entre 2017 y 2023, el estudio encontró que más del 4,7% se vieron obligadas a acudir a una sala de emergencias relacionada con el aborto, más del 3,3% sufrieron hemorragias y más del 1,3% contrajeron una infección.
Miles fueron hospitalizadas, más de 1.000 necesitaron transfusiones de sangre y cientos sufrieron sepsis. Casi 2.000 tuvieron algún otro evento adverso potencialmente mortal.
Kristan Hawkins, presidenta de Students for Life of America y Students for Life Action, celebró la confirmación de la revisión, diciendo: “Está por escrito”.
“¡Es hora de revisar, restablecer los protocolos básicos de seguridad para salvar a las mujeres y retirar del mercado para salvar cientos de miles de vidas!”, dijo en una publicación en X.
Katie Glenn Daniel, directora de Asuntos Legales y Consejera de Políticas de Susan B. Anthony Pro-Life America, celebró la confirmación, compartiendo su gratitud “por el liderazgo del senador Hawley para asegurar el compromiso de la FDA de revisar completamente la seguridad de los medicamentos abortivos”.
“Nos anima ver que la FDA reexamine los datos bajo un nuevo liderazgo después de que la administración Biden impulsara imprudentemente un mercado de medicamentos no regulado al eliminar los requisitos de dispensación en persona”, dijo Glenn Daniel a CNA, agencia en inglés de EWTN News.
Glenn Daniel destacó un estudio reciente revisado por pares del Charlotte Lozier Institute que desafió la afirmación de la industria del aborto de que el aborto con medicamentos es “más seguro que el Tylenol”.
“Mientras la industria del aborto y los políticos demócratas promueven la afirmación desacreditada de que estos medicamentos son ‘más seguros que el Tylenol’, la evidencia creciente muestra que son mucho más peligrosos de lo que se anuncia”, dijo.
El Charlotte Lozier Institute publicó su artículo revisado por pares en la revista BioTech, desafiando el “argumento muy utilizado” por la industria del aborto de que los medicamentos abortivos son más seguros que el Tylenol.
“Incluso en los medios corporativos, han surgido informes de al menos tres mujeres que han muerto en los últimos años tras abortos inducidos por medicamentos”, añadió Glenn Daniel.
Una joven de Georgia llamada Amber Thurman murió a los 28 años en 2022 después de ser hospitalizada debido a una infección tras tomar píldoras abortivas. Tejido de sus bebés fallecidos —gemelos no nacidos— permaneció en su útero, causando una infección. Cuando acudió a la sala de emergencias, los médicos no la operaron rápidamente y murió.
Mientras algunos medios culparon a las protecciones estatales para los no nacidos, médicos de la Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos Provida sostuvieron que los efectos secundarios de la píldora abortiva y la mala praxis médica causaron su muerte.
Cabe destacar que todos los estados provida permiten abortos en casos de peligro para la vida y permiten a los médicos tratar a mujeres con emergencias en el embarazo según su criterio médico, según el Charlotte Lozier Institute.
Un aborto químico se realiza mediante un régimen de dos píldoras. La primera, mifepristona, mata al niño no nacido al bloquear la hormona progesterona, cortando el suministro de oxígeno y nutrientes al niño. La segunda píldora, misoprostol, se toma entre 24 y 48 horas después de la mifepristona para inducir contracciones y expulsar el cuerpo del niño.
Los abortos químicos representan aproximadamente la mitad de los abortos realizados en Estados Unidos cada año. La progesterona, una hormona natural, puede usarse para revertir los efectos de la mifepristona si se toma poco después.
“Sabemos que la píldora abortiva mata de hambre a los bebés. Sabemos que el 11% de las mujeres experimentan complicaciones por el uso de esta píldora”, dijo Live Action la semana pasada. “La pregunta es, ¿cómo es que esta píldora venenosa sigue en el mercado?”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.