La escuela de verano del Observatorio Vaticano, también conocido como specola, ya ha comenzado oficialmente, acogiendo a 24 jóvenes astrónomos procedentes de todo el mundo.
Los estudiantes, representantes de 22 países diferentes, fueron recibidos la noche del 1 de junio con una cena de bienvenida y comenzaron las clases a la mañana siguiente en la sede del Observatorio Vaticano en Castel Gandolfo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Durante el mes de junio, los estudiantes asistirán a clases impartidas por algunos de los máximos expertos mundiales en astronomía, trabajarán en proyectos relacionados con su propia investigación y participarán en excursiones por Italia.
El tema de la escuela de verano de este año —la decimonovena desde su primera edición en 1986— e “Explorando el Universo con el Telescopio Espacial James Webb: los primeros tres años”.
Según recordó el Observatorio vaticano en un comunicado, el telescopio espacial James Webb (JWST) fue lanzado el día de Navidad de 2021. Desde que comenzó a transmitir datos, en julio del año siguiente, “ha revolucionado la comprensión del cosmos”.
En concreto, durante la escuela de este verano se ofrecerá una panorámica completa de los principales descubrimientos del JWST en sus primeros tres años divididos en cuatro áreas fundamentales: Luz primordial y reionización, formación y evolución de galaxias, nacimiento de estrellas y sistemas protoplanetarios y sistemas planetarios y origen de la vida.
La Escuela de Verano está presidida por el Dr. Eiichi Egami (Universidad de Arizona), destacado miembro del equipo JWST/NIRCam y entre los docentes se encuentra Guy Consolmagno, S.J. y Director del Observatorio Vaticano.
En su discurso inaugural, el Dr. Egami (quien fue alumno de la Escuela en 1990) subrayó que un proyecto revolucionario como el JWST ocurre sólo unas pocas veces en un siglo.
“Estamos viviendo un momento muy especial para la astronomía”, afirmó. También destacó que el objetivo de la escuela no es solo actualizar a los estudiantes sobre los últimos avances en astronomía, sino “construir una comunidad y fomentar la colaboración entre las futuras generaciones de astrónomos”.
La escuela de verano nació en 1986 como parte del compromiso del Observatorio Vaticano con la investigación y la educación astronómica, especialmente en la creación de oportunidades profesionales para jóvenes científicos.
Desde entonces, más de 400 estudiantes han completado el programa y han contribuido de manera significativa a sus respectivos campos de investigación. La participación es gratuita, gracias al apoyo de generosos benefactores a través de la Fundación del Observatorio Vaticano.
Los estudiantes provienen de países como Argentina, Austria, Brasil, Canadá, Chile, China – Colombia, Egipto, India, Italia, Alemania, Grecia, Lituania, Marruecos, Polonia, Perú, Nueva Zelanda, Eslovenia, Sudáfrica, España , Estados Unidos y Uruguay.