Los defensores de las víctimas de abuso sexual afirman que el arte religioso del P. Marko Rupnik, acusado de abusos, debería ser retirado o cubierto para evitar un mayor sufrimiento a las víctimas. Sin embargo, las autoridades eclesiásticas responsables de estas obras —que decoran iglesias católicas de gran relevancia en todo el mundo— han respondido de manera diversa a esas peticiones.
Rupnik ha sido acusado de abuso sexual y psicológico contra decenas de mujeres bajo su dirección espiritual a finales de los años 80 y principios de los 90. Fue brevemente excomulgado por la Iglesia católica en 2020 y expulsado de la Compañía de Jesús en 2023, aunque sigue siendo sacerdote. El Vaticano todavía está en proceso de emitir un juicio definitivo sobre su caso.
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En respuesta a las demandas de cubrir o destruir las obras de Rupnik, así como de eliminar sus reproducciones de sitios web y publicaciones, algunos santuarios en Europa y Estados Unidos han ocultado sus ahora controvertidos mosaicos. Pero otras instituciones han adoptado una postura más tolerante. Algunas autoridades, como la Diócesis de Roma, han decidido esperar a ver qué determina el Vaticano antes de tomar una decisión sobre qué hacer con su arte.
A principios de este mes, el portal oficial Vatican News retiró de su sitio web las imágenes de las distintivas obras del sacerdote —inspiradas en las tradiciones artísticas del cristianismo oriental— tras años de críticas por haberlas utilizado para ilustrar páginas dedicadas a santos y fiestas litúrgicas.

El dicasterio de comunicación del Vaticano no respondió a la solicitud de comentarios sobre este reciente cambio ni aclaró si refleja una nueva política bajo el pontificado del Papa León XIV. El año pasado, el prefecto del dicasterio, Paolo Ruffini, defendió la decisión de mantener las imágenes en línea, afirmando que retirarlas no sería “la respuesta cristiana” y que no quería “lanzar piedras” contra el artista caído en desgracia.
Según el Centro Aletti, con sede en Roma —una escuela de arte y teología fundada en 1993 y dirigida anteriormente por Rupnik— el taller ha realizado 232 proyectos artísticos, principalmente mosaicos, en todo el mundo. La gran mayoría se encuentran en Europa, especialmente en Italia, donde hay aproximadamente 115 instalaciones distribuidas por todo el país.
El año pasado, el Centro Aletti calificó la presión para retirar las obras del taller como parte de la “cultura de la cancelación” y de la “criminalización del arte”. Ni el P. Rupnik ni el taller respondieron a las solicitudes de comentarios para este artículo.
Algunos de los que piden que se retire u oculte el arte afirman que ver estas obras en lugares de culto puede tener un efecto traumático en las víctimas de abusos, especialmente porque los denunciantes de Rupnik afirman que él abusó sexualmente de ellas mientras lo asistían en el proceso de creación de su arte.
La Comisión Pontificia para la Protección de los Menores envió el año pasado una carta a altos funcionarios del Vaticano instándoles a no exhibir obras de arte, como las de Rupnik, “que puedan implicar una exoneración o una defensa sutil” de los acusados de abuso.
El secretario de la comisión, el obispo Luis Manuel Alí Herrera, declaró a EWTN News en abril, en respuesta a una pregunta sobre el caso Rupnik, que “el arte puede ser una herramienta poderosa para la sanación, pero el contenido de una obra —y especialmente la identidad de su creador— puede ser re-traumatizante para alguien que ha vivido estos crímenes horribles [de abuso]”.
Francesco Zanardi, víctima italiana de abusos y fundador de Rete L’Abuso, declaró a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que “en este caso, [la obra de Rupnik] no es arte, es un símbolo”, que “genera problemas para la víctima, sobre todo porque mantiene un vínculo entre la Iglesia y Rupnik… un vínculo inapropiado”.
“Que deba retirarse me parece evidente”, añadió Zanardi. Calificó de “casi ofensiva” la atención que se presta a la obra artística de Rupnik, en lugar de al daño causado a sus presuntas víctimas.
Otros, en cambio, consideran que el arte de Rupnik debería entenderse como algo separado del hombre y de los crímenes que se le imputan. El P. Dino Battiston, capellán del Santuario de Nuestra Señora de la Salud de los Enfermos, en la región del Véneto (norte de Italia), dijo a CNA que el santuario mantendrá los mosaicos de Rupnik en su lugar y visibles.
“La belleza y el mensaje son una cosa… La misericordia es otra cosa que no debemos olvidar”, afirmó. “¿Cuántos artistas se han comportado mal desde el punto de vista moral… y cuántas obras de arte deberíamos entonces retirar o destruir?”.
Roma espera al Vaticano
En Roma, los mosaicos de Rupnik se encuentran en casi medio centenar de lugares, incluyendo un gran número de parroquias, así como capillas de hospitales, congregaciones religiosas y seminarios internacionales.
La Diócesis de Roma posee obras de Rupnik en su seminario mayor y en la sede de la rama diocesana de la organización caritativa internacional Cáritas. Un portavoz diocesano declaró a CNA que cualquier decisión al respecto deberá tomarse en conjunto con la Santa Sede.
El Vaticano tiene al menos tres mosaicos originales del artista: en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico en la Ciudad del Vaticano, en la capilla del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y en el edificio de San Calixto, en el barrio romano de Trastévere.
El Papa Francisco también tenía al menos una imagen de Rupnik colgada en su apartamento en la Casa Santa Marta, la residencia vaticana para huéspedes.
CNA no recibió respuesta alguna por parte de la Oficina de Prensa del Vaticano ni del Dicasterio para la Comunicación sobre qué hará la Santa Sede o el Papa con respecto a estas obras de arte.
La Compañía de Jesús conserva obras de su exmiembro en cinco lugares de Roma: en dos capillas de su curia general, en la capilla del seminario internacional y en las capillas de dos residencias.
El antiguo superior de Rupnik, el P. Johan Verschueren, declaró a ACI Prensa que, por el momento, la orden no planea retirar los mosaicos de Rupnik de las comunidades jesuitas, tratándolo como un “problema interno” dado que se encuentran en capillas privadas cerradas al público.
Verschueren explicó que las opiniones sobre el arte varían según la generación, y que “hasta ahora, solo algunos jóvenes jesuitas en formación no están contentos con estos mosaicos. Para los jesuitas formados, la percepción es distinta”.
Para algunos sacerdotes jesuitas, dijo Verschueren, los mosaicos “funcionan ahora más bien como un espejo de nuestra realidad humana caída: todos somos capaces de hacer cosas grandes y terribles al mismo tiempo. Nos humilla y nos ayuda a darnos cuenta de que todos somos pecadores, necesitados de salvación y misericordia”.
Santuarios internacionales actúan, o no
Las obras de arte de Rupnik se encuentran en algunos de los santuarios católicos más importantes del mundo, incluido el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida, en el estado de São Paulo, Brasil. La segunda catedral más grande del mundo, el santuario de Aparecida, está decorado con más de 6.100 metros cuadrados de mosaicos de Rupnik en su exterior, que representan escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
ACI Prensa no recibió respuesta del santuario ante una consulta sobre el destino de los mosaicos de Rupnik.
A finales de marzo, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes —uno de los más visitados del mundo— anunció que cubriría los mosaicos de Rupnik situados en las entradas de la iglesia principal del santuario entre finales de marzo y principios de junio.
“Era necesario dar un nuevo paso simbólico para facilitar la entrada a la basílica a todos aquellos que hoy no pueden cruzar el umbral”, dijo entonces el obispo de Lourdes, Jean-Marc Micas.
Ocho meses antes, los Caballeros de Colón cubrieron los mosaicos del sacerdote en las dos capillas del Santuario Nacional de San Juan Pablo II en Washington D.C., así como en la capilla de su sede central en New Haven, Connecticut. Fue una medida contundente que representó en ese momento la postura pública más firme de una gran organización católica respecto al arte del exjesuita.
“El factor número uno [en la decisión] fue la compasión por las víctimas”, dijo Patrick Kelly, Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, a EWTN News el año pasado. “Teníamos que priorizar a las víctimas por encima de cualquier cosa, por encima de cualquier bien material”.
El Santuario de Nuestra Señora de Fátima, en Portugal —que recibe más de seis millones de peregrinos al año—, afirmó a comienzos de este año que adoptará un enfoque mixto: ha dejado de utilizar imágenes del arte de Rupnik en materiales en línea o impresos, pero no retirará los mosaicos que cubren toda la pared posterior del mayor y más moderno espacio de culto del santuario, la Basílica de la Santísima Trinidad.
En Malta, país insular del sur del Mediterráneo, la Diócesis de Gozo ha confirmado que mantendrá su decisión de no retirar una serie de mosaicos de Rupnik de la Basílica del Santuario Nacional de la Virgen de Ta’ Pinu, incluido uno situado sobre la puerta principal.
Otros lugares destacados con arte de Rupnik
Uno de los santuarios más populares de Italia, el santuario de San Pío de Pietrelcina en San Giovanni Rotondo, también cuenta con mosaicos de Rupnik de piso a techo en su iglesia inferior, donde los fieles rezan ante la tumba del santo capuchino conocido comúnmente como el Padre Pío. Los mosaicos, situados a lo largo de la rampa de acceso y en la cripta, fueron realizados entre 2009 y 2013.
Los frailes capuchinos que gestionan el santuario de San Giovanni Rotondo no respondieron a la consulta de CNA sobre si tomarán alguna medida con respecto a los mosaicos.
Un colaborador del obispo de Caltagirone, en Sicilia, cuya catedral presenta mosaicos de Rupnik desde 2015 en la pared del fondo del presbiterio y en el frente del altar, y cuya capilla del seminario contiene una pintura del taller de Rupnik realizada en 2023, indicó que no se está llevando a cabo ninguna evaluación sobre su posible retirada.
Después de Italia, España es el país europeo con mayor concentración de obras del sacerdote, con al menos 12 lugares diferentes que albergan su arte. Entre los más destacados se encuentran la Catedral de Madrid (con mosaicos en la sacristía, la sala capitular y la capilla del Santísimo Sacramento) y el Santuario-Cueva de San Ignacio en Manresa.
El Centro Loyola de Bilbao, un centro religioso vinculado a la Compañía de Jesús, tiene varios mosaicos diseñados por Rupnik, al igual que una iglesia jesuita en Sevilla.
En declaraciones a ACI Prensa, José Luis García Íñiguez, coordinador de la oficina de comunicación de los jesuitas en España, explicó que la sede central de la orden en Roma ha ofrecido iniciar un proceso de reparación —en una forma aún no especificada— con 20 de las víctimas de Rupnik, pero que “por ahora, no hay una decisión firme sobre qué hacer ni cómo proceder con los mosaicos”.
Montse Alvarado y Paola Arriaza contribuyeron a este reportaje.