El obispo Félix Genn recuerda los cinco años de colaboración con el prefecto del Dicasterio para los Obispos. “Conocí su claridad de juicio y un enfoque verdaderamente lleno de amor. Pero ahora, démosle tiempo para crecer en su nueva misión”
El obispo Félix Genn recuerda los cinco años de colaboración con el prefecto del Dicasterio para los Obispos. “Conocí su claridad de juicio y un enfoque verdaderamente lleno de amor. Pero ahora, démosle tiempo para crecer en su nueva misión”
La de hoy será la tercera conversación entre ambos líderes desde principios de año. Las llamadas anteriores tuvieron lugar el 12 de febrero y el 18 de marzo. El presidente está decidido a obtener resultados concretos sobre Ucrania, ha declarado el enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff: «Si él no puede hacerlo, nadie podrá».
El Papa León XIV ha nombrado al Cardenal Vicario de Roma Gran Canciller del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia. Sucede al arzobispo Vincenzo Paglia.
Vatican News
Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!, “Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos Papa!”. Hace unos instantes, desde el Balcón central de la Basílica de San Pedro, el Cardenal Protodiácono Dominique Mamberti ha pronunciado la esperada fórmula latina, comunicando a Roma y al mundo el nombre del nuevo Sucesor de Pedro:
“Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Robertum Franciscum Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinale Prevost, qui sibi nomen imposuit León XIV.
He aquí la traducción en español: “Eminentísimo y Reverendísimo Señor, Señor Robert Francis Cardenal de la Santa Romana Iglesia Prevost, quien ha tomado el nombre de León XIV”.
León XIV[2] (en latín: Leo PP. XIV), de nombre secular Robert Francis Prevost Martínez (Chicago, 14 de septiembre de 1955), es el 267.º y actual papa de la Iglesia católica. Como tal, es el jefe de Estado y el noveno soberano de la Ciudad del Vaticano. Es el primero de origen estadounidense en ocupar el cargo.
Nacido en Estados Unidos, y residió más de 30 años en el Perú durante su trayectoria religiosa; cuenta con doble nacionalidad peruano-estadounidense,[3] fue prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina desde enero de 2023 hasta 2025. El 8 de mayo de 2025 fue elegido papa como León XIV.
Robert Francis Prevost nació el 14 de septiembre de 1955, en la ciudad estadounidense de Chicago. Hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, de ascendencia española.[4] Tiene dos hermanos, Louis Martín y John Joseph.
Realizó su formación secundaria en el Seminario Menor de los PP. Agustinos, graduándose en 1973. En la Universidad Villanova (1973-1977), obtuvo el grado en Ciencias Matemáticas, junto con una especialización en Filosofía.
Estudió en la Unión Teológica Católica – Chicago, donde obtuvo una maestría en Divinidad (en Teología), con mención en Misión Intercultural, en 1982.
Posteriormente se trasladó a Roma para proseguir sus estudios en Derecho canónico en la Universidad Angelicum, donde obtuvo la licenciatura en 1984, y luego obtuvo el doctorado con mención «magna cum laude», con la tesis titulada: «El rol del prior local de la Orden de San Agustín» (1987).
Es políglota, pues habla el inglés, español, italiano, francés, portugués; y lee el latín y el alemán.[5]
El 1 de septiembre de 1977, ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín, en la provincia de Ntra. Sra. del Buen Consejo, en Saint Louis. Realizó su primera profesión de votos religiosos, el 2 de septiembre de 1978 y realizó su profesión solemne el 29 de agosto de 1981.
Su ordenación sacerdotal fue el 19 de junio de 1982, en Roma, a manos del arzobispo Jean Jadot.
Fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Perú (1985-1986), siendo vicario parroquial de la Catedral y Canciller.[6]
Entre 1987 a 1988, fue promotor de la pastoral vocacional en EE. UU. y director de misiones de la Provincia agustiniana «Madre del Buen Consejo» en Olympia Fields (EE.UU.). Además, se dedicó a conseguir fondos económicos para las misiones de su provincia, en especial para la misión de Chulucanas.
A su regreso a Perú en 1988, fue enviado a la misión de Trujillo para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).
En la arquidiócesis de Trujillo prestó servicio como vicario judicial (1989-1998), profesor de Derecho canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor; también ejerció como director de estudios del mencionado centro de formación sacerdotal, y fue rector encargado durante un año.
Fue párroco fundador de la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat (1992-1999) y de la Capilla Ntra. Sra. Madre de la Iglesia (hoy Parroquia Santa Rita de Cascia), entre 1988 a 1999.
En 1998, fue elegido prior provincial de su Provincia “Madre del Buen Consejo” (Chicago), para asumir el cargo en marzo de 1999. En 2001, el Capítulo General Ordinario lo eligió como prior general. Fue elegido para un segundo mandato de seis años en 2007.
Fue moderador del Instituto «Augustinianum» y responsable de las relaciones de su Orden con los dicasterios vaticanos.
De 2013 a 2014, fue director de formación en el Convento de San Agustín en Chicago, así como primer consejero y vicario provincial de la Provincia de Nuestra Madre del Buen Consejo.
El 3 de noviembre de 2014, el papa Francisco lo nombró obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo.[7] El 7 de noviembre siguiente, tomó posesión canónica de la Sede ante la presencia del entonces nuncio apostólico en Perú, James Patrick Green, y del Colegio de Consultores. Fue consagrado el 12 de diciembre del mismo año, en la Catedral de Chiclayo, a manos del arzobispo James Patrick Green. El 26 de septiembre de 2015, el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo.[8]
El 2015, se nacionalizo peruano.[cita requerida]
El 13 de julio de 2019, fue nombrado miembro de la Congregación para el Clero.
El 15 de abril de 2020, fue nombrado administrador apostólico sede vacante del Callao,[9][10] cargo que ocupó hasta el 26 de mayo de 2021.
El 21 de noviembre de 2020, el papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación para los Obispos.[11]
Desde marzo de 2018 hasta enero de 2023 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana, siendo también parte del consejo permanente.[12] Fue presidente de la Comisión de Educación y Cultura. También fue miembro del consejo económico y miembro de la dirección de Caritas Perú.
El 30 de enero de 2023, el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, elevándolo a la vez a la dignidad de arzobispo ad personam.[13]
El 7 de febrero de 2023 fue nombrado miembro de la Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, y de los dicasterios para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y para la Cultura y la Educación.[14][15] El 25 de abril de 2023 fue nombrado miembro del Dicasterio para los Textos Legislativos, ad quinquennium et durante munere.[16]
Fue ordenado cardenal por el papa Francisco durante el consistorio del 30 de septiembre de 2023, con el titulus de cardenal diácono de Santa Mónica.[17][18]
El 4 de octubre de 2023 fue nombrado miembro de la Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, de los dicasterios para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para el Clero, para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, para la Cultura y la Educación, para los Textos Legislativos y de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.[19]
El 6 de febrero de 2025, fue promovido a la orden de los obispos del Colegio Cardenalicio, asignándole la sede suburbicaria de Albano.[20]
El 8 de mayo de 2025, el cónclave, integrado por 133 cardenales, alcanzó el consenso necesario en la cuarta votación, celebrada durante el segundo día de deliberaciones. A las 18:08 (hora local de Roma), la tradicional fumata blanca se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo la elección de un nuevo papa.[21]
Santo Domingo, R.D. – En una solemne y emotiva celebración desde la Catedral Primada de América, la Congregación de la Misión (Padres Paúles) y las diferentes ramas Vicentinas conmemoraron este lunes los 400 años de su fundación, dando gracias a Dios por el legado misionero de San Vicente de Paúl y su servicio incansable a los más necesitados.
La Eucaristía fue presidida por Monseñor Faustino Burgos Briman, obispo de la Diócesis de Baní y miembro de los Padres Paúles, concelebrada por Monseñor Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo Domingo, junto al Padre Gregorio Alegría Armendáris.
Acompañados de sacerdotes Vicentinos de diferentes comunidades y otros presbíteros invitados.
Francisco Ozoria: «Es motivo de gozo y gratitud recibirles en esta Catedral»
Durante su saludo inicial, Monseñor Francisco Ozoria dio una calurosa bienvenida a toda la familia vicentina: y expresó
“Hermanos, es motivo de alegría, de gozo y de gratitud recibirles aquí en esta Catedral a la familia vicentina en sus 400 años de fundada. Damos gracias a Dios por el trabajo, por la vida de esta congregación y les felicitamos por estos 400 años. Vamos a celebrar, vamos a dar gracias al Señor por esta comunidad.”
Sus palabras resonaron con emoción entre los asistentes, quienes participaron con fervor en esta histórica celebración.
En la homilía Mons. Faustino: hizo un llamado a ser sembradores de esperanza,
Monseñor Faustino Burgos, quien ofreció un profundo mensaje de gratitud, misión y esperanza. Saludó a todos los presentes “conocidos y desconocidos, pero hermanos en la fe y en el carisma vicentino”, y agradeció especialmente a Monseñor Ozoria por abrir las puertas de la Catedral y a su párroco P. Nelson Clark con espíritu fraternal.
“La Iglesia existe para evangelizar”, recordó el obispo, subrayando que esta misión fue confiada hace cuatro siglos a San Vicente de Paúl. Añadió que el carisma vicentino es un don que debe ser continuamente agradecido y vivido con humildad, reconociendo tanto los aciertos como las fallas en el camino.
Mons. Faustino evocó la vida de entrega de los misioneros vicentinos, de las Hijas de la Caridad y de los laicos comprometidos con la evangelización, haciendo memoria también de los mártires que entregaron sus vidas por el Evangelio.
“San Vicente se acercó a los pobres, los miró a los ojos, los amó y les devolvió la dignidad”, expresó, haciendo un llamado a imitar este ejemplo, no solo con bienes materiales, sino con gestos humanos: una sonrisa, una palabra, una caricia.
El obispo también afirmó con claridad que el servicio al pobre no tiene pensión ni jubilación, y que la verdadera recompensa está en saberse servidor del Reino de Dios. Agregó que la historia de la familia vicentina no solo se cuenta, sino que se sigue escribiendo con nuevos protagonistas y desafíos.
En el marco del año jubilar, citó al Papa Francisco, quien invita a todos a ser “peregrinos de esperanza”, saliendo de uno mismo y llegando a las periferias geográficas y existenciales, para anunciar el amor gratuito de Dios.
Lo que gratis hemos recibido, gratis debemos darlo”, recordó con fuerza.
Finalmente, Mons. Faustino instó a toda la familia vicentina a formarse en la escuela del Evangelio y de la humanidad de Cristo, para ser capaces de responder a los desafíos del presente con gratuidad, creatividad y comunión.
“Demos gracias a Dios por estos 400 años de madurez en la Iglesia y pidamos que cada uno de nosotros abrace con pasión el mismo espíritu que movió a San Vicente”, concluyó.
La celebración culminó con un fuerte aplauso de la asamblea y una renovada promesa de fidelidad a la misión vicentina, viva hoy más que nunca en cada rincón donde hay un pobre que necesita ser mirado a los ojos y amado con dignidad.
Crédito: https://www.quesecuenta.com/
Baní, República Dominicana. — La Arquidiócesis de Santo Domingo celebró una significativa peregrinación jubilar a la provincia de Baní, bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, que reunió a fieles de todas las parroquias del Distrito Nacional. Cada comunidad parroquial participó enviando un autobús con peregrinos, quienes se unieron en una emotiva jornada espiritual hacia la catedral Nuestra Señora de Regla, ubicada en el corazón de Baní.
A su llegada, los peregrinos fueron cálidamente recibidos por Monseñor Faustino Burgos, Obispo de Baní, quien se encontraba en la puerta principal de la catedral dando la bienvenida a los participantes:
“Sean todos bienvenidos. Esta es su casa: la catedral Nuestra Señora de Regla,” expresó con hospitalidad.
La celebración eucarística fue precedida por una breve reseña histórica del templo, ofrecida por Monseñor Brisman, quien destacó la riqueza espiritual y arquitectónica de la catedral. La misa estuvo acompañada por el clero local, junto a los obispos invitados: Monseñor Francisco Ozoria, Monseñor Faustino Burgos, Monseñor Amable Durán Tineo, Monseñor Benito Ángeles y Monseñor Lorenzo Vargas, además de los vicarios episcopales y arciprestes de las distintas zonas pastorales de Santo Domingo.
Durante su intervención, Monseñor Faustino Burgos ofreció un emotivo recorrido por la historia de la catedral, resaltando su importancia para el pueblo banilejo:
“Este templo, dedicado a Nuestra Señora de Regla, es parte esencial de la historia y devoción del pueblo banilejo. Desde una antigua ermita surgida en el Valle de Peravia, se fundó la ciudad bajo el nombre de Villa de Nuestra Señora de Regla de Baní.
A lo largo del tiempo, el templo ha sufrido terremotos y destrucciones, pero siempre ha sido reconstruido con el esfuerzo y la fe del pueblo. En 1885 fue concluido por el Padre José María Meriño, y en 1889 fue bendecido por el Padre Armando Lamarche, con la presencia del Presidente Lilís, quien donó la pila bautismal.
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La imagen de Nuestra Señora de Regla, venerada antes incluso de la fundación de la ciudad, fue donada por una parroquiana y aunque fue dañada por un incendio en 1908, sigue siendo símbolo de fe. En 1959, bajo el gobierno de Trujillo, se construyó la Casa Curial y se reformó la iglesia. En 1964 se reconstruyó nuevamente tras un temblor, y fue remodelada por última vez en 2008.
La diócesis fue creada por el Papa San Juan Pablo II en 1986 y abarca San Cristóbal, Ocoa y Baní. Hoy, los peregrinos son invitados a ganar el jubileo mediante la confesión, la comunión, la oración por el Papa y el paso por la puerta jubilar.”
Durante la homilía, Monseñor Francisco Ozoria, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, destacó el profundo sentido espiritual de la peregrinación:
“Hermanos y hermanas, damos gracias a la diócesis de Baní, a Monseñor Faustino y a sus sacerdotes por recibirnos con fraternidad. Desde la Arquidiócesis de Santo Domingo hemos venido en peregrinación jubilar, compartiendo nuestra fe y nuestra identidad como Iglesia.
El jubileo, como Año Santo, implica caminar, peregrinar, hacer un trayecto espiritual con un punto de partida (nuestras parroquias) y un punto de llegada: Jesucristo, quien es el verdadero destino de todo nuestro peregrinar. Esta peregrinación no solo es un desplazamiento físico, sino un recorrido interior para fortalecer nuestra fe, reflexionar sobre ella y crecer en nuestro encuentro con Cristo.
En este templo jubilar venimos a ganar las indulgencias, a celebrar nuestra fe y a abrir el corazón a la misericordia de Dios. Nuestra peregrinación coincide con la fiesta de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, y al honrarlos, celebramos la Iglesia que ellos ayudaron a edificar. Ellos nos invitan a revisar nuestra vida como miembros de la Iglesia de Jesucristo, que peregrina con esperanza.
Este tiempo también nos llama a orar por la Iglesia universal. En medio del novenario por el Papa Francisco, elevamos nuestras plegarias por el cónclave que se aproxima y por los cardenales que elegirán al nuevo Sucesor de Pedro. Que el Espíritu Santo los guíe y nos conceda el pastor que la Iglesia necesita, no el que promueven los medios o las corrientes del mundo.
Seamos verdaderamente Iglesia. No nos dejemos llevar por campañas mediáticas o ideologías. Somos un pueblo de fe, guiado por la voluntad de Dios.”
La jornada concluyó con un ambiente de júbilo y oración, dejando en los peregrinos el eco de un mensaje claro: caminar juntos como Iglesia viva, con esperanza, hacia Jesucristo, centro de toda fe y destino de todo peregrinar.
Créditos: https://www.quesecuenta.com/
Te invitamos a vivir la Peregrinación Arquidiocesana a la Diócesis de Baní, en el marco del Año Jubilar “Peregrinos de Esperanza” 2025.
Un momento de fe, comunión y esperanza para nuestra Iglesia.
🗓 Sábado 3 de mayo 2025
📍 Catedral Nuestra Señora de Regla, Baní
🕙 Solemne Eucaristía a las 10:00 a.m.
🚍 Salida desde cada parroquia de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
📍 Cada autobús dejará a los peregrinos en el parque de Baní (frente a la Catedral) y luego, los autobuses se parquearán en la Parroquia Santa Cruz.
🙏 Preside: Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América.
🙏 Copreside: Mons. Faustino Burgos Brisman, Obispo de la Diócesis de Baní.
Organiza: Vicaría Episcopal de Pastoral.
¡No faltes! Caminemos juntos como Iglesia peregrina hacia el Señor.
Antecedentes
Los problemas de interferencias políticas en la elección papal dieron lugar a varias reformas tras el interregno de 1268-1271. En 1274, durante el Concilio de Lyon, el papa Gregorio X promulgó la bula “Ubi Periculum”, donde establecía que, durante una elección papal, los cardenales electores debían ser encerrados «bajo llave» (en latín: cum clave) hasta que se eligiera a un nuevo pontífice. Hoy día, los cónclaves se celebran en la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, en la Ciudad del Vaticano.
Desde la era apostólica, el obispo de Roma, al igual que otros obispos, era elegido por consenso entre el clero y los laicos de la diócesis. En 1059, por medio de la bula “In nomine Domini”, el papa Nicolás II estableció a los miembros del Colegio cardenalicio como los únicos electores del romano pontífice. Desde entonces, el procedimiento de elección papal se ha ido modificando a lo largo de los siglos. En 1970, Pablo VI promulgó el motu proprio “Ingravescentem aetatem”, por el cual excluía del derecho de voto a los cardenales mayores de 80 años. Actualmente, el cónclave se encuentra regulado en la constitución apostólica “Universi Dominici Gregis”, promulgada por Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996, a la que Benedicto XVI introdujo leves reformas en 2007 y 2013, estableciendo el requisito de una mayoría cualificada de dos tercios para elegir al papa. El último cónclave tuvo lugar en 2013 cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Francisco, sucediendo a Benedicto XVI. Tras el fallecimiento de Francisco el 21 de abril de 2025, está previsto un nuevo cónclave para mayo de 2025, se iniciará un periodo de sede vacante, durante el cual se organizarán los preparativos para el cónclave.
La mañana de este lunes, 28 de abril, durante la V Congregación General los más de 180 Cardenales reunidos en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano decidieron que, el próximo miércoles 7 de mayo comenzará el Cónclave para elegir al 267º Sucesor de Pedro, en la Capilla Sixtina del Vaticano, que permanecerá cerrada al público durante esos días.
Asimismo, se señala que durante esta V Congregación General se presentaron 20 intervenciones sobre la Iglesia, su relación con el mundo, los desafíos que se presentan y las cualidades que deberá tener el nuevo Papa para responder a tales retos.
Además, se eligió a tres nuevos Cardenales de la Comisión que asiste al Cardenal Camarlengo de la Santa Iglesia Romana para los próximos tres días, los cardenales: Reinhard Marx, Luis Antonio Tagle y Dominique Mamberti.
La próxima Congregación General se desarrollará este martes, 29 de abril, a las 9.00 hora de Roma, en la cual se tendrá la meditación de don Donato Ogliari, Abad de la Basílica de San Pablo Extramuros. Además, las Congregaciones Generales se desarrollarán hasta el día 6 de mayo, a excepción del jueves 1 y domingo 4 de mayo.
Las normas de la Universi Dominici Gregis
El momento del inicio del Cónclave está establecido por las normas de la constitución apostólica de Juan Pablo II, Universi Dominici Gregis, actualizada por Benedicto XVI con el Motu Proprio del 11 de junio de 2007, y con la más reciente del 22 de febrero de 2013. Según la Constitución, el Cónclave – del latín cum clave, que significa cerrado – comienza entre el decimoquinto y el vigésimo día después de la muerte del Papa, después de los Novendiali, los nueve días de celebraciones en sufragio por el alma del Pontífice difunto. Más concretamente, desde el momento en que la Sede Apostólica queda legítimamente vacante, los cardenales electores presentes deben esperar quince días completos por los ausentes, hasta un máximo de veinte días, si hay razones graves. El Motu Proprio Normas nonnullas también deja al Colegio Cardenalicio la facultad de adelantar el inicio del Cónclave si es cierto que están presentes todos los electores.
En estos días todavía se espera en Roma a Cardenales procedentes de los lugares más lejanos del mundo. En la Ciudad Eterna encontrarán alojamiento en la Casa Santa Marta, la Domus Vaticana donde Francisco había decidido vivir, renunciando al apartamento papal.
La Misa de apertura y la procesión hacia la Capilla Sixtina
El miércoles 7 de mayo por la mañana, todos concelebrarán la solemne Misa “pro eligendo Pontifice”, celebración Eucarística presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, quien invitará a sus hermanos a dirigirse por la tarde a la Capilla Sixtina con estas palabras:
“Toda la Iglesia, unida a nosotros en la oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido por nosotros un digno Pastor de todo el rebaño de Cristo”.
Desde allí, la sugestiva procesión con traje coral se dirige a la Capilla Sixtina, en cuyo interior los cardenales cantarán el himno Veni, Creator Spiritus y prestarán juramento. La Capilla Sixtina estará acondicionada con bancos para el recuento de votos y un horno donde se quemarán las papeletas. Para elegir al Papa será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios. Están previstas cuatro escrutinios por día, dos en la mañana y dos en la tarde, y después de la 33ª o 34ª votación, en todo caso, se hará una segunda vuelta directa y obligatoria entre los dos cardenales que hayan obtenido mayor número de votos en la última votación. Pero también en este caso siempre será necesaria una mayoría de dos tercios. Los dos cardenales que quedan en pugna no podrán participar activamente en la votación. Si los votos para un candidato alcanzan los dos tercios de los votantes, la elección del Pontífice es canónicamente válida.
La elección del nuevo Papa
En este momento el último del orden de Cardenales Diáconos llama al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas y al secretario del Colegio Cardenalicio. A los nuevos elegidos se les preguntará: ¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem? (¿Acepta usted su elección canónica como Sumo Pontífice?) y ante una respuesta afirmativa añade: ¿Quo nomine vis vocari? (¿Cómo quieres que te llamen?), pregunta a la que responderá con su nombre pontificio. Tras la aceptación, se queman las papeletas, logrando que desde la Plaza de San Pedro se pueda ver el clásico humo blanco. Al final del Cónclave, el nuevo Pontífice se retira a la “Sala de las Lágrimas”, es decir, la sacristía de la Capilla Sixtina, donde revestirá por primera vez los ornamentos papales – preparados en tres tallas – con los que se presentará a la multitud de fieles atraídos a la Plaza de San Pedro por la fumata blanca.
Después de la oración por el nuevo Pontífice y del homenaje de los cardenales, se entona el Te Deum que marca el final del Cónclave. Luego el anuncio de la elección, el Habemus papam, la aparición del Papa, precedido de la cruz procesional, que impartirá la solemne bendición Urbi et Orbi.
Lugar: La Capilla Sixtina, en el Palacio Apostólico en la Ciudad del Vaticano.
Participantes: Los cardenales electores menores de 80 años, que forman el Colegio Cardenalicio.
Procedimiento: Se requiere una mayoría cualificada de dos tercios (94 de 140) para elegir al nuevo Papa. La votación es secreta y está supervisada por seis cardenales.
PASOS DETALLADOS DEL CÓNCLAVE:
Tras la muerte o renuncia del Papa, se declara la Sede Vacante, momento en que el Colegio Cardenalicio toma la dirección del Vaticano.
COLEGIO CARDENALICIO:
Se organizan los preparativos para el cónclave, incluyendo la selección de los cardenales electores, la preparación de la Capilla Sixtina y la elaboración de los votos, documentos de oración e informaciones generales del proceso.
Los cardenales electores, que deben ser menores de 80 años, se reúnen en la Capilla Sixtina, donde permanecerán confinados hasta que se elija un nuevo Papa. Para esto se hacen unas reuniones preparatorias con los cardenales para dar informaciones generales de cómo se va a realizar las votaciones, las oraciones para estos fines y una biografía breve de todos los cardenales participantes, esta vez serán 135 cardenales. Un equipo de seguridad se encarga de organizar que los espacios para los cardenales sean seguros y no tengan contacto con el exterior, no se usa ningún dispositivo electrónico, se aseguran que la capilla no tenga audios, ni grabaciones. Se prohíbe hacer acuerdos, pactos o expresar simpatía entre los cardenales.
El conclave inicia formalmente con la Santa Misa Votiva, en la basílica de San Pedro, que luego da paso a una solemne procesión de cardenales cantando “Veni Creator Spíritus”, hacia la capilla Sixtina que es el lugar de votación, invitando al pueblo de Dios orar como pueblo fiel que acompaña a los cardenales rezando y pidiendo la voluntad de Dios. La misa votiva es una celebración eucarística especial que se realiza para una petición o una intención específica. Se diferencia de las misas ordinarias o de las misas de las solemnidades en que su elección y uso se basan en la necesidad de una pastoral o en la intención particular de los fieles. La misa votiva puede ser una opción para expresar la gratitud, la intercesión o la súplica, según la ocasión.
Antes de entrar a votar a la Capilla Sixtina, despues de la misa Votiva, inmediatamente pasan a leer el juramento diciendo sus nombres cada uno, donde se comprometen a realizar su voto secreto, y cumplir las normal expuestas en las reuniones. Cuando todos terminan de jurar entran a la capilla y al final se dice a todos los presentes: “omnis extra” o “omnes extra” que significa “Todos fuera”, y solo quedan dentro los cardenales y “Solo Dios” participan.
Los cardenales realizan votaciones secretas. En la primera votación, los cardenales pueden elegir a un cardenal o a una persona que no sea cardenal. En las votaciones siguientes, solo pueden elegir a cardenales. Se turnan los cardenales para ser exclutadores, que son los que harán el conteo en esas rondas de votaciones, toman las votaciones con un hilo y lo queman.
Para que un candidato sea elegido Papa, se requiere una mayoría de dos tercios de los votos emitidos. Esto puede durar desde un dia a varios días, estarán reunidos hasta que se logre la votación, harán 2 en la mañana y 2 en las tardes, se mantendrán en oración, recibirán sus alimentaciones programadas y luego seguirán hasta llegar a una elección final. En las instrucciones despues de varios días se le da un día libre. Si hay dos candidatos casi empate, pues se vota solo por esos dos de nuevo para definir el próximo pontífice.
Tras cada votación, las papeletas se queman. Si se ha logrado una mayoría, el humo que sale de la chimenea es blanco; si no, es negro. La fumata o humo blanco, da paso a que los cardenales le hagan un gesto de respeto al nuevo Papa y le preguntan ¿Como quiere ser llamado? El elegido dice su nombre y todos los cardenales presentes expresan su apoyo, voto de obediencia y respeto al mismo. Luego se reviste de Papa con sotana blanca, un nuevo anillo del pescador, zapatos rojos, que ya están varios modelos hechos previniendo las posibilidades, para ser anunciado al mundo.
Cuando se ha elegido un nuevo Papa, se anuncia al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro con la frase “Habemus Papam” (Tenemos Papa), anunciado por el protodiácono al pueblo de Dios donde menciona el nombre del cardenal elegido y su nuevo nombre como pontífice. El nuevo Papa Sale al balcón a dar su primera bendición “urbi et orbi” como sucesor de San Pedro y obispo de Roma.
El nuevo Papa elige un nombre pontificio y se celebra una misa solemne para su investidura.
Para que la Iglesia católica sea, infalible e indefectiblemente, la comunidad de creyentes y discípulos de Jesucristo, debe estar ajustada, acorde y en sintonía con el evangelio del hijo del carpintero de Nazaret, con su Buena Nueva, es decir, con sus palabras, con su criteriología. Sólo así, los creyentes, en comunidad de fe, podemos ser “luz y sal” de la tierra.
Murió el Papa Francisco y éste, precisamente, fue su empeño principal, éste su principal legado y recuerdo para la posteridad en la Iglesia y en la historia de la humanidad: haber intentado – a tiempo y a destiempo – aproximar la vida de los católicos y de la humanidad entera a los principios y valores del Evangelio, en el afán de construir un mundo más amable, más justo, más humano, más solidario, más fraterno.
Y este empeño lo desarrolló, durante toda su vida de hombre y de cristiano, pero especialmente durante el ejercicio de su ministerio petrino, con la certeza profunda que brota de la vida de Jesús de Nazaret: la de que todos los seres humanos tenemos la dignidad de ser hijos del mismo Dios, Padre bueno y Creador y que, por ello, todos somos hermanos, con un presente solidario – en el bien y en el mal – y un destino común.
Esta convicción evangélica perfiló toda la vida del argentino porteño descendiente de inmigrantes italianos, del hombre, del químico, del cura jesuita y del Papa, de quien tuve el privilegio de ser su discípulo en Buenos Aires.
Aún impactado por la noticia y con profundo pesar, escribo estas como un tributo lleno de afecto a quien – gracias a la vida y en muchas ocasiones – tuve el honor de acercarme físicamente y de gozar de su amistad y enseñanzas. En los últimos años, por ejemplo, en dos audiencias privadas, el Santo Padre recibió a más de 1.100 médicos de la Organización SOMOS COMMUNITY CARE para la que trabajo y nos animó fervientemente a lanzar la campaña ¡Gracias, Doctor! cuya misión es humanizar la sanidad y todo lo que conlleva, especialmente para los más desfavorecidos. Estos encuentros hoy son imborrables en la historia de nuestra institución. Y, al mismo tiempo, este es un homenaje de gratitud que, junto con toda la Iglesia y la humanidad, muy merecidamente, le debemos y rendimos al muy amado Papa Francisco.
Creo hacerme eco de muchos a quienes nos acompañan, al mismo tiempo, sentimientos de tristeza y de alegría. Tristeza por la partida de tan insigne ser humano, ejemplar cristiano y buen pastor. Alegría, porque nos queda su testimonio, su ejemplo de vida y una senda de humanidad y de santidad abierta, para que transitemos por ella en búsqueda de mejores tiempos para la catolicidad y para el mundo entero.
El ministerio petrino de Francisco estuvo acompañado siempre por un afán de etiquetarlo, de rubricarlo, como de derecha o de izquierda, como conservador o como reformador, etc. Javier Cercas, en su libro, de reciente aparición, “El Loco de Dios en el fin del mundo”, producto del acompañamiento del escritor al Papa Francisco en su viaje a Mongolia, resuelve este afán de rotular a Francisco diciendo que – como en cada uno de los seres humanos – hubo, en Francisco, muchos Bergoglios en un único Bergoglio.
Pero aquí quisiera decir que al joven y al anciano Jorge Mario, al químico y al Papa Bergoglio, al estudiante y al cura Bergoglio, al porteño y al romano Bergoglio, a todos los posibles Bergoglios, les fue común: su sentido de la humildad y la sencillez, su fe imbatible, su sentido del humor que salva y que brota de la alegría de saberse amado por Dios, su amor universal manifestado como apertura y entrega generosa a todos, pero especialmente a los “descartados” de la sociedad, su fidelidad al evangelio y, por ello, su autenticidad como discípulo de Cristo, su libertad y valentía para defender la verdad, su espíritu ecuménico y su cuidado franciscano por la “casa común”.
Todo lo cual, en un mundo urgido de autoridad, urgido de líderes y de hombres y mujeres con coherencia entre lo que dicen y lo que hacen, entre lo que predican y lo que practican, entre lo que creen y lo que viven y en una Iglesia contaminada por estas faltas de autenticidad y de verdad, el Papa Francisco, con todos sus gestos y palabras, resultó rompiendo esquemas y siendo un gran reformador, un renovador, con cuyo pastoreo y legado nos deja a todos el testimonio de su esperanza en una Iglesia y en un mundo mejores.
Pero el que pedía a los jóvenes que “hicieran lio”, produjo líos al interior de la Iglesia. Porque todos estos acentos, estos énfasis de la personalidad, de la experiencia religiosa y del ministerio de Francisco, le granjearon enemigos entre las toldas de quienes, acomodados a las tradiciones, a los privilegios y al poder, vieron en Francisco una amenaza. Porque Francisco los invitó a la construcción de una Iglesia pobre, de y para los pobres, a salir a las periferias (no sólo geográficas), a hacer de la Iglesia una gran tienda de campaña para sanar heridas, a oler a oveja, etc.
Por ello, como el mismísimo Jesús en la mesa de la última cena, Francisco conoció el sufrimiento, producto de la incomprensión de los suyos, sumado al padecimiento que le supuso tener que capotear la tormenta que ha significado para la Iglesia de los últimos lustros el escándalo por los abusos sexuales que tiene como protagonistas a clérigos. Y es que, el que fielmente sigue el Evangelio y la Verdad que es Jesucristo mismo, se encuentra – como Él – con persecuciones y cruz, signo de autenticidad en el discipulado.
Se nos fue Francisco. Perdimos la presencia física de un gran hombre cristiano, de un auténtico líder y pastor. Nos queda su invitación a la construcción de una Iglesia y un mundo donde la esperanza, por la misericordia, sea posible. Nos queda el recuerdo de su locura, la misma de Jesús de Nazaret, de quien “decían que estaba loco”, por nadar contra la corriente del mundo, por vivir e invitar a seguir la lógica de Dios que no es la del mundo.
Después de las honras fúnebres, tendrá lugar el cónclave de cardenales para la elección del sucesor de Francisco en la Sede de Pedro. Oremos porque el Espíritu Santo guíe a los electores y para que, en el resultado, se preserve el legado del buen Papa Francisco, plasmado en sus incontables viajes pastorales, encuentros, audiencias (públicas y privadas), libros, homilías, exhortaciones, documentos, encíclicas, etc.
¡Gracias Francisco!
¡Descansa en la paz que da la eterna presencia en el amor del Padre!
Mario J. Paredes es el secretario de la Fundación Dr. Ramón Tallaj.
La Fundación Dr. Ramón Tallaj es una institución sin fines de lucro que otorga becas a estudiantes de bajos recursos y con alto rendimiento académico que deseen estudiar una carrera en el área de la salud.
Rep. Dom. La Nunciatura Apostólica y la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) ofrecieron una Eucaristía en sufragio por el alma del Papa Francisco, este jueves 24 de abril en la Catedral Primada de América, con la participación de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, miembros del cuerpo diplomático, sacerdotes, religiosas y laicos.
Durante la homilía, monseñor Piergiorgio Bertoldi, nuncio apostólico en la República Dominicana, resaltó los frutos de los 12 años del ministerio del Papa Francisco, al señalar que “Durante todo su pontificado, no hizo más que remitir constantemente a la misericordia de Dios, poniendo en el centro el estilo de entregarse por amor, con signos que mostraran su cercanía absoluta al hombre ordinario”.
En la Eucaristía transmitida por diversos canales de televisión y emisoras de radio, el nuncio también destacó cómo el “Obispo de Roma se hizo voz de quienes no tienen voz, como un profeta que invocó con insistencia la paz, y que ahora vive en la vida que no conoce fin”.
Durante la Misa la Nunciatura Apostólica puso a disposición un libro de condolencias, que continuará disponible en las instalaciones de la Nunciatura, mañana viernes 25 de abril, de 9:00 a.m. a 1:00 p.m.
Funeral del Santo Padre
La Misa exequial del Papa Francisco, que será presidida por el cardenal Giovanni Battista, decano del Colegio Cardenalicio, se realizará el sábado 26 de abril a las 10:00 a.m. (hora de Roma), en la Plaza de San Pedro, Vaticano. Posteriormente, el féretro será trasladado a la Basílica de San Pedro y de allí a la Basílica de Santa María la Mayor para su inhumación.
De la República Dominicana, asistirán Mons. Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez, M.S.C., arzobispo metropolitano de Santiago de los Caballeros y presidente de la CED, así como Mons. Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo Domingo. Además, el presidente de la República, Luis Abinader, y la primera dama, Raquel Arbaje.
Homilía del Nupcio Apóstolico Misa por el alma del Papa Francisco:
“Detengámonos un momento. Como el caminante que, llegado con esfuerzo a una cima, se detiene, respira y contempla. Aquí podríamos quedarnos mucho tiempo; y tal es la amplitud y la riqueza de lo que se nos ofrece a la vista, que podríamos hacer nuestras las aspiraciones de los Apóstoles en el Tabor: «Qué bueno es que estemos aquí» (Mt 17,4); podríamos quedarnos en la reflexión del acontecimiento recién vivido, sin cansancio ni aburrimiento, sino más bien con gozo y una especie de ansia de comprender más y de gozar más”.
Las palabras que acabo de leer son de San Pablo VI, el Papa tan querido por su sucesor Francisco, por quien celebramos esta Eucaristía, pronunciadas el 28 de junio de 1964 con motivo de la Consagración de cinco nuevos Obispos, y así continuaba:
“El Episcopado —y nos podemos añadir, aún más, el episcopado del Obispo de Roma— no es un honor que esté por sí mismo; es el carácter de un ministerio particular, es decir, una dignidad que acompaña y sostiene un servicio en beneficio de otros; sabemos muy bien que no es una elevación en sí misma, sino por el bien de la Iglesia; el Episcopado —dirá San Agustín— «es un nombre de obra, no de honor»; y el Obispo no es quien «praeesse dilexerit, sed prodesse», es decir, no es quien prefiere el honor a la carga, quien desea presidir más que servir (De civ Dei, 19, 19; PL 41, 647).”
Si, “podríamos quedarnos en la reflexión del acontecimiento recién vivido, sin cansancio ni aburrimiento, sino más bien con gozo y una especie de ansia de comprender más y de gozar más” porque aún con una vena de tristeza sentimos que estamos celebrando en la Pascua de Jesús la de su siervo el Papa Francisco, de aquel jesuita que se hizo servidor de la Iglesia universal, y de todos nosotros.
Queridos amigos:
Respetables autoridades civiles y militares,
colegas diplomáticos,
hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
queridos religiosos, religiosas y diáconos,
querida comunidad de fieles,
Esta noche nos congrega alrededor del altar de esta espléndida Catedral la urgencia de rendir homenaje al Papa Francisco; el deseo de no interrumpir la oración por él, que comenzó el 13 de marzo de 2013 cuando apareció por primera vez en la logia de la Basílica de San Pedro y, inaugurando su ministerio, nos dijo: «Por favor, oren por mí», humilde petición que ha repetido cada domingo.
Nos une la alegría de haber contado con él como guía de la Iglesia peregrina de esperanza, la tristeza que acompaña cada despedida, aunque vivida con plena conciencia de la resurrección.
Se superponen sentimientos contradictorios que ponemos en manos del Señor, a quien pedimos la gracia de recordarlos —conservarlos en el corazón— junto con el deseo de testimoniarlos.
Estamos aquí para orar, vivir y celebrar la Pascua que el Papa Francisco celebró el domingo y realizó el lunes.
Para comprender plenamente el sentido de este evento, hay que subir con esfuerzo a una cima y detenerse a contemplar con la mirada la amplitud y la riqueza del paisaje, hasta que nazca en nuestro interior la nostalgia que nos hace casi susurrar gracias al Señor.
Experimentamos, en efecto, una inmensa gratitud por haber tenido a Papa Francisco como pastor, por haberlo sentido pastor, por haber escuchado en él resonar el Espíritu, por haber devuelto esperanza y confianza, por haber recordado en cada paso que la misericordia de Dios es una tienda para todos, que las periferias son lugares donde Dios habla, y que los corazones son lugares donde Dios habita.
El Papa Francisco entró en la luz de la Pascua aún en servicio del ministerio, después de haberla celebrada, después de haber visto a los fieles en la plaza, entre los cuales quiso ir, como el pastor ‘que huele a oveja’, y después de dejar al mundo palabras de paz, fraternidad y comunión.
Palabras que en estos días de Pasión y Resurrección nos ha regalado y que volveremos a leer, con la conciencia, triste y verdadera, de que eran palabras de despedida y de legado: entonces una luz diferente las ilumina, un acento distinto las anima.
Así murió, Papa Francisco; y mientras atravesaba la puerta que abre a la vida eterna, en las iglesias de todo el mundo resonaban estas palabras del Evangelio: «No teman; vayan a anunciar a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán» (Mt 28,10).
Las palabras del Resucitado resonaban en las naves de las iglesias, mientras Francisco concluía su camino terrenal, convirtiéndose en la síntesis de un ministerio. Porque aquí están su estilo, su palabra y su acción: salir del miedo, anunciar, salir afuera, hacia Galilea, tierra de las gentes, más allá de los límites y las fronteras.
Vuelvo a sus últimas palabras, su último regalo, anunciadas el domingo urbi et orbi, a la ciudad y al mundo: «Nosotros también estamos llamados a la vida que no conoce fin, en la que ya no se oirán ruidos de armas ni ecos de muerte».
El Obispo de Roma que se hizo voz de quienes no tienen voz, como un profeta que invocó con insistencia —y aparentemente sin éxito— la paz, ahora vive en la vida que no conoce fin, ahora se cumple su lema episcopal “Miserando atque eligendo”: el Padre que está en los cielos lo miró con misericordia y lo eligió para vivir en su eternidad.
El Resucitado lo hizo resucitar. Ahora Francisco vive en el Reino, como siempre quiso, con toda la plenitud que el Amor le regala.
El Espíritu Santo es el mejor conspirador posible: morir en Pascua, después de denunciar las masacres de las guerras, la locura del rearmamento, el mundo en “pedazos”, parece la mejor descripción del “conspirar” de Dios. Como diciendo: si quieres enderezar el mundo, mira a la Pascua de Cristo.
Visto así, Francisco muere sin ser el centro de la escena, dejándola en Cristo misericordioso. ¡En su estilo!
Durante todo su pontificado, no hizo más que remitir constantemente a la misericordia de Dios, poniendo en el centro el estilo de entregarse por amor, con signos que mostraran su cercanía absoluta al hombre ordinario y su humanidad plena e integral.
Su intención fundamental fue claramente declarada en EG 233: “No estamos obsesionados con ocupar todos los espacios de poder y de autoafirmación, sino que iniciamos procesos”, iniciamos caminos.
La Encíclica Dilexit nos, que creo puede considerarse su testamento espiritual, fue recibida con silencio mediático. Y esto es casi una síntesis de cómo el Papa Francisco ha sido exaltado y aplaudido cada vez que decía cosas interpretables según el espíritu del tiempo, silenciado, si no reprendido, cuando tocaba temas tabúes de la sociedad actual.
Pues bien, ese texto debería ayudarnos a valorar la emoción y el dolor del distanciamiento que hacen que el corazón de las personas esté momentáneamente abierto: no aprovechar esa apertura sería una imperdonable descuidada.
«El algoritmo en acto en el mundo digital», escribía el Papa Francisco en esa Encíclica, « muestra que nuestros pensamientos y lo que decide la voluntad son mucho más “estándar” de lo que creíamos. Son fácilmente predecibles y manipulables. No así el corazón». (No. 14)
Es a ese Corazón, no manipulable, al que necesitamos volver y, para hacerlo, debemos escuchar la voz del Espíritu porque, como nos recuerda aún el Papa, «el Corazón de Cristo, el centro de su Ser, es una fragua ardiente de amor divino y humano, y es la máxima plenitud que podemos alcanzar. Allí, en ese Corazón, finalmente nos reconocemos a nosotros mismos y aprendemos a amar».
Dejemos, por tanto, que resuene en nuestro interior el Evangelio de la misa vespertina de Pascua: «¿No nos ardía quizá el corazón en el pecho mientras conversábamos con Él en el camino?» se dicen, en efecto, los discípulos de Emaús después de haber recorrido un largo tramo con el Resucitado sin haberlo reconocido. ¿No hay, en el fondo, en todos nosotros, la nostalgia de ese Encuentro?
El Papa Francisco nos lo ha recordado durante doce años, y más aún, nos ha ayudado a vivir esa nostalgia como expresión del Espíritu que desde siempre actúa en nosotros.
Celebramos esta Eucaristía pidiendo recibir la fuerza, la esperanza, la fe para seguir los caminos abiertos, para asumir nuestras fragilidades que llevan la presencia del Resucitado en nuestras vidas y en la vida del mundo, en el estilo del Papa Francisco, comenzando por la fraternidad con los más necesitados.
Celebramos esta Eucaristía orando por el Papa Francisco, con la certeza de que ahora está resucitado, y por eso le decimos: “¡Por favor, no olvides orar por nosotros!”.
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Francisco
266° Papa de la Iglesia católica
Inicio del Pontificado: 13 marzo 2013
Fin del Pontificado: 21 abril del 2025
Nombre secular: Jorge Mario Bergoglio
Nacimiento: 17 de septiembre 1936, Buenos Aires (Argentina)
Sitio Web: https://www.vatican.va/content/francesco/es.html
Vida y legado Papa Francisco 1 y 2
Datos:
Instituida en: 2017
Objetivo: Sensibilizar a la Iglesia y al mundo sobre la pobreza y la necesidad de una mayor atención a los más necesitados.
Mensaje destacado: “No amemos de palabra, sino con obras” (1 Jn 3,18).
Instituida en: 2021
Fecha de celebración: El cuarto domingo de julio, cercano a la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesús.
Objetivo: Valorar la presencia y el testimonio de los abuelos en la familia y en la sociedad.
Mensaje destacado: “En la vejez seguirán dando fruto” (Sal 92,15).
Instituida No directamente por el Papa Francisco, pero promovida activamente durante su pontificado. En 2024
Objetivo: Fomentar la solidaridad y el compromiso misionero entre los niños del mundo.
Mensaje destacado: “Que los niños sean testigos alegres de Jesús”
Es una oración mariana que se recita tradicionalmente tres veces al día (a las 6, 12 y 18) y que el Papa suele rezar públicamente los domingos y festividades en la Plaza de San Pedro. Durante el Angelus, el Papa suele ofrecer una reflexión breve y una bendición a los fieles.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 47 | 2019 | 56 | 2025 | 17 |
2014 | 56 | 2020 | 58 | ||
2015 | 54 | 2021 | 56 | ||
2016 | 56 | 2022 | 56 | ||
2017 | 60 | 2023 | 56 | ||
2018 | 59 | 2024 | 57 | ||
ANGELUS REALIZADOS | 688 |
Son encuentros oficiales del Papa con grupos de personas, como fieles, autoridades civiles, representantes de otras religiones, etc. Estas audiencias pueden ser generales o privadas y suelen incluir una homilía o mensaje del Papa.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 30 | 2019 | 43 | 2025 | 16 |
2014 | 43 | 2020 | 46 | ||
2015 | 42 | 2021 | 43 | ||
2016 | 54 | 2022 | 44 | ||
2017 | 43 | 2023 | 40 | ||
2018 | 43 | 2024 | 41 | ||
AUDIENCIAS REALIZADAS | 528 |
Son documentos pontificios de gran importancia, emitidos por el Papa y sellados con el anillo del Pescador. Las bulas suelen tratar temas de carácter dogmático, litúrgico o disciplinario.
Año | |
2024 | Spes non confundit – Bula de convocación del Jubileo Ordinario del Año 2025 (9 de mayo de 2024) |
Total | 1 |
Son comunicaciones escritas del Papa a destinatarios específicos, como obispos, cardenales, o grupos particulares. Pueden tratar diversos temas, desde asuntos pastorales hasta cuestiones teológicas.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 34 | 2019 | 19 | 2025 | 3 |
2014 | 29 | 2020 | 20 | ||
2015 | 37 | 2021 | 26 | ||
2016 | 31 | 2022 | 21 | ||
2017 | 42 | 2023 | 24 | ||
2018 | 27 | 2024 | 38 | ||
CARTAS REALIZADAS | 351 |
Son documentos papales de carácter solemne, emitidos por el Papa y dirigidos a toda la Iglesia o a partes específicas de ella. Pueden ser de naturaleza legislativa, pastoral o dogmática.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 27 | 2019 | 9 | 2025 | 0 |
2014 | 7 | 2020 | 6 | ||
2015 | 5 | 2021 | 9 | ||
2016 | 6 | 2022 | 8 | ||
2017 | 6 | 2023 | 10 | ||
2018 | 1 | 2024 | 5 | ||
CARTAS APOSTÓLICAS REALIZADAS | 99 |
Son documentos de carácter legislativo emitidos por el Papa, que establecen normas y regulaciones importantes para la Iglesia. Estas constituciones suelen tratar temas de organización, liturgia, o disciplina eclesiástica.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 4 | 2019 | 0 | 2025 | 0 |
2014 | 9 | 2020 | 0 | ||
2015 | 16 | 2021 | 1 | ||
2016 | 5 | 2022 | 1 | ||
2017 | 1 | 2023 | 1 | ||
2018 | 1 | 2024 | 0 | ||
CONSTITUCIONES APOSTÓLICAS REALIZADAS | 39 |
Discursos 2013-2025 Realizó: 2,375
Son alocuciones orales del Papa en diferentes ocasiones, como actos públicos, reuniones, o eventos especiales. Los discursos pueden abordar una amplia gama de temas, desde asuntos sociales hasta teológicos.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 127 | 2019 | 259 | 2025 | 37 |
2014 | 225 | 2020 | 54 | ||
2015 | 216 | 2021 | 116 | ||
2016 | 184 | 2022 | 234 | ||
2017 | 212 | 2023 | 234 | ||
2018 | 210 | 2024 | 267 | ||
DISCURSOS REALIZADOS | 2,375 |
Son cartas papales de carácter pastoral y doctrinal, dirigidas a los obispos y a toda la Iglesia. Las encíclicas suelen tratar temas de importancia para la fe y la moral, y pueden ofrecer orientación y enseñanzas sobre cuestiones contemporáneas.
Año | Cantidad | Año |
2013 | Lumen Fidei | 29 de junio 2013 |
2015 | Laudato si’ | 24 de mayo 2015 |
2020 | Fratelli tutti | 03 de octubre 2020 |
2024 | Dilexit nos
SOBRE EL AMOR HUMANO Y DIVINO |
24 de octubre 2024 |
Exhortaciones Apostólicas 2013-2025 Realizó: 7
Son documentos papales que ofrecen orientación pastoral y espiritual a la Iglesia. Pueden ser el resultado de sínodos o asambleas episcopales y suelen tratar temas específicos, como la vida litúrgica, la misión evangelizadora, o la justicia social.
Año | Cantidad | Año |
2013 | Evangelii Gaudium: Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual | (24 de noviembre de 2013) |
2016 | Amoris laetitia: Exhortación Apostólica sobre el amor en la familia | (19 de marzo de 2016) |
2018 | Gaudete et exsultate: Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo | (19 de marzo de 2018) |
2019 | Christus vivit: Exhortación apostólica postsinodal a los jóvenes y a todo el Pueblo de Dios | (25 de marzo de 2019) |
2020 | Querida Amazonia: Exhortación apostólica postsinodal al pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad | (2 de febrero de 2020) |
2023 | Laudate Deum: Exhortación Apostólica a todas las personas de buena voluntad, sobre la crisis climática | (4 de octubre de 2023) |
2023 | “C’est la confiance”: Exhortación Apostólica sobre la confianza en el amor misericordioso de Dios con motivo del 150° aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz | (15 de octubre de 2023) |
Son las reflexiones pronunciadas por el Papa durante la celebración. Las homilías suelen interpretar y aplicar las lecturas bíblicas al contexto actual y ofrecer enseñanzas espirituales.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 44 | 2019 | 63 | 2025 | 16 |
2014 | 53 | 2020 | 29 | ||
2015 | 67 | 2021 | 36 | ||
2016 | 55 | 2022 | 41 | ||
2017 | 49 | 2023 | 33 | ||
2018 | 48 | 2024 | 44 | ||
Homilías realizadas | 578 |
Son comunicaciones escritas u orales del Papa dirigidas a diferentes destinatarios, como congresos, conferencias, o eventos especiales. Los mensajes pueden tratar temas específicos y ofrecer reflexiones o bendiciones.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 27 | 2019 | 62 | 2025 | 26 |
2014 | 52 | 2020 | 55 | ||
2015 | 50 | 2021 | 102 | ||
2016 | 40 | 2022 | 51 | ||
2017 | 56 | 2023 | 50 | ||
2018 | 48 | 2024 | 65 | ||
Mensajes Pontificios realizados | 684 |
Mensajes:
Mensaje | Años | Cantidad |
Urbi et Orbi
es una bendición papal que significa literalmente “para la ciudad [de Roma] y para el mundo”. Esta bendición se imparte en dos fechas específicas durante el año: el Domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre. También se puede impartir en el día de la elección del Papa, es decir, al final del cónclave. |
12 de Pascua / 12 de Navidad
REALIZACIÓN DE Urbi et Orbi Extraordinaria del 27 de marzo del 2020 |
25 |
Jornada Mundial de la Alimentación | Del 2013 al 2024 | 12 |
Jornada Mundial de las Comunicaciones | Del 2014 al 2025 | 12 |
Mensaje de Cuaresma | Del 2014 al 2025 | 12 |
Jornadas Mundiales del Migrante | Del 2014 al 2024 | 11 |
Jornada Mundial del Enfermo | Del 2014 al 2025 | 12 |
Jornada Mundial de la Juventud | Del 2014 al 2025 | 12 |
Jornada Mundial de las Misiones | Del 2013 al 2025 | 13 |
Jornada Mundial de la Paz | Del 2014 al 2025 | 12 |
Jornada Mundial de los Pobres | Del 2017 al 2024 | 8 |
Jornada Mundial de la Vida Consagrada | Del 2014 al 2024 | 11 |
Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones | Del 2014 al 2024 | 12 |
Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores | Del 2021 al 2024 | 4 |
Jornada Mundial de los niños | 2024 | 1 |
Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación | Del 2015 al 2024 | 10 |
Son documentos papales de naturaleza legislativa, emitidos por iniciativa propia del Papa. Los motu proprio suelen regular cuestiones particulares y pueden modificar o establecer nuevas normas en la Iglesia.
Año | Cantidad | Año | Cantidad | Año | Cantidad |
2013 | 3 | 2019 | 9 | 2025 | 0 |
2014 | 2 | 2020 | 5 | ||
2015 | 4 | 2021 | 8 | ||
2016 | 9 | 2022 | 9 | ||
2017 | 4 | 2023 | 14 | ||
2018 | 2 | 2024 | 6 | ||
MOTU PROPRIO REALIZADOS | 75 |
Son las visitas oficiales del Papa a diferentes países o ciudades, conocidas como viajes apostólicos. Durante estos viajes, el Papa suele celebrar misas, ofrecer discursos, y encontrarse con autoridades civiles y religiosas.
Año | Lugares |
2013 | Rio de Janeiro |
2014 | Turquía, Parlamento, Europeo, Tirana (Albania), Corea, Tierra Santa |
2015 | Kenia, Uganda, República Centroafricana, EE UU, Visita la ONU, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Bosnia, Herzegovina, Siri Lanka y Filipinas. |
2016 | Suecia, Georgia, Azerbaiyán, Polonia, Armenia, Grecia y México |
2017 | Myanmar, Bangladés, Colombia Santuario Nuestra Señora de Fátima y Egipto. |
2018 | Países Bálticos, Irlanda, Ginebra, Chile y Perú |
2019 | Panamá (JMJ), Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Bulgaria, Macedonia, Rumanía, Mozambique, Madagascar, Mauricio, Tailandia y Japón. |
2020 | No tuvo viajes |
2021 | Irak, Budapest, Chipre y Grecia |
2022 | Malta, Canadá, Kazajistán y Baréin |
2023 | República Democrática del Congo, Hungría, Portugal, Mongolia, Marsella, Dubái. |
2024 | Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Singapur, Luxemburgo, Bélgica y Ajaccio. |
2025 | No tuvo viajes |
DATO CURIOSO:
Hasta este momento el Papa Inocencio XII había sido el único Papa que no había podido cerrar el jubileo que apertura esto fue por los anos 1700 y otra similitud con el Papa Francisco es que la última aparición de este Papa en público fue para impartir la bendición urbi et orbi el Domingo de Pascua.
El Papa Inocencio XII, nacido Antonio Pignatelli en 1615 en Italia, fue el pontífice número 243 de la Iglesia Católica, sirviendo desde 1691 hasta su muerte en 1700. Su papado se destacó por reformas significativas en la administración eclesiástica y por su enfoque en la justicia y la moralidad.
Apertura del Jubileo de 1700
Inocencio XII proclamó el Jubileo del año 1700 el 18 de mayo de 1699 mediante la bula Regi Saeculorum. Sin embargo, debido a su delicada salud, no pudo presidir personalmente la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro. A pesar de su enfermedad, el Domingo de Pascua de 1700, ofreció una bendición desde el balcón del Palacio del Quirinal, mostrando su compromiso pastoral. Giubileo 2025
Cierre del Jubileo por Clemente XI
Inocencio XII falleció el 27 de septiembre de 1700 sin poder concluir el Jubileo. Su sucesor, el Papa Clemente XI, fue elegido en noviembre de 1700 y presidió la clausura del Jubileo, siendo este el primer caso documentado en la historia del Jubileo en que un papa abre y otro cierra el Año Santo. America Magazine
Última Bendición “Urbi et Orbi”
Aunque no hay evidencia de que Inocencio XII haya impartido una bendición “Urbi et Orbi” en su lecho de muerte, su legado perdura en las reformas que implementó y en su dedicación al servicio pastoral. Su pontificado marcó un hito en la historia de la Iglesia al establecer precedentes en la administración eclesiástica y en la celebración de los Jubileos.
Fuente: https://www.vatican.va/content/francesco/es.html