“La esperanza no se quema”, es el mensaje que prevalece al reinaugurar la parroquia La Asunción de Santiago de Chile, que fue quemada intencionalmente en octubre de 2020 y reabre sus puertas tras su reconstrucción.
La ceremonia será el domingo 25 de mayo a las 10:00 horas (hora local) y pretende ser algo más que la celebración de la reconstrucción del templo físico, para ofrecer también un signo de que es posible reconstruir después del dolor y levantarse después de la caída, cuando Dios está en medio de su pueblo.
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Presidirá la Misa de reapertura del templo el Arzobispo de Santiago, Cardenal Fernando Chomali.
Con esta reconstrucción, el llamado es también “a restaurar el alma de nuestra patria herida”, porque lo que vivió este templo “es símbolo de lo que vive hoy Chile: fracturas, incendios sociales, polarización, desconfianza, pérdida de referentes comunes”, pero con este volver a comenzar se demuestra, en este año jubilar, que “la esperanza no se quema”, expresan desde la comunidad, cuya fe continuó en pie durante estos cinco años y permitió que hoy vuelva a abrir sus puertas.
En este video realizado para las últimas fiestas patronales se puede ver el estado del templo durante su reconstrucción:
Ubicada en la Avenida Vicuña Mackenna 69, la iglesia de la Asunción data de 1876, y durante más de un siglo fue un espacio de vida de fe, comunidad y servicio. Durante el estallido social de 2019, fue saqueada por encapuchados que quitaron de su interior bancas, confesionarios, cuadros, esculturas e imágenes.
En octubre de 2020, al cumplirse un año de aquellos lamentables sucesos, el templo fue nuevamente blanco de violencia, produciéndose allí un incendio intencional.
Varias dotaciones de bomberos se hicieron presentes en el lugar, pero en un lapso de 10 minutos el fuego terminó colapsando el techo del edificio, la aguja y otros inmuebles anexos a la parroquia.
En el momento del ataque, el párroco del lugar, P. Pedro Narbona, dijo a ACI Prensa: “La muerte y el dolor no tienen la última palabra, sino que la última palabra siempre la tienen la esperanza y la vida. El que triunfa es siempre nuestro Señor y nosotros estamos apoyados y unidos a él”.
Las pérdidas materiales, incluyendo las piezas de arte y detalles arquitectónicos históricos, fueron significativas e irrecuperables. Sin embargo esto no detuvo a los fieles, que en estos casi cinco años se mantuvieron unidos y en marcha para recuperar el espacio parroquial.