El Arzobispo de Santa Cruz (Bolivia) llamó este fin de semana a la comunidad a tener la esperanza puesta en Dios ante los momentos de tensión que vive el país, que atraviesa un tiempo de grave crisis económica y de confrontación política.
En su homilía dominical, Mons. René Leigue Cesarí hizo referencia a los aumentos de precios y la falta de respuesta por parte de las autoridades.
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En el último tiempo, la persistente escasez de reservas en dólares en Bolivia provocó el desabastecimiento de combustible, agravado por un paro de transportistas que impidió su distribución.
La incertidumbre económica en Bolivia ya lleva meses, y suscitó reclamos de respuestas al gobierno, mientras en el escenario político continúa la confrontación entre distintos sectores, con un oficialismo fragmentado por la disputa entre el actual presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales, quien no será candidato a las elecciones generales del próximo agosto por estar inhabilitado. Por este motivo, seguidores de Morales exigen ahora la renuncia de Luis Arce.
En ese contexto, la Iglesia ha manifestado en numerosas ocasiones su preocupación. El pasado jueves, la Conferencia Episcopal emitió un comunicado en el que recuerda que “Bolivia necesita unidad, no confrontación” para no seguir “profundizando el sufrimiento del pueblo”, e hizo hincapié en “el respeto a la legalidad, el diálogo y las instituciones”.
A estas declaraciones, Mons. Leigue Cesarí añadió la exhortación a los fieles a no perder la confianza en Dios: “No estamos desamparados de Dios. Dios está ahí. Y solamente Él espera que nosotros cumplamos lo que nos dice y si es así él también cumplirá lo que le pedimos”, recordó.
Asimismo, el arzobispo hizo un llamado a las autoridades para que se dejen iluminar por el Espíritu y busquen soluciones a los problemas que afectan a la población, y destacó que los males sociales son consecuencia de las acciones humanas y no de la voluntad divina.