3.413 km de camino que requirieron gran esfuerzo y provocaron cansancio físico pero, también, una carrera que evidenció el apego a la fe y la cercanía con Dios para superar las etapas más difíciles del aclamado Giro d’Italia.
Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano
Los últimos 141 km del Giro d’Italia involucraron un recorrido dentro de la Ciudad del Vaticano, este 01 de junio, un paseo de devoción que preparó a los ciclistas para dar su último empuje en esta carrera.
El inglés Simon Yates se coronó este 01 de junio como el vencedor del Giro, tras portar la maglia rosa en la etapa final y describió el pedalear dentro de los Muros Vaticanos como “un momento muy especial” que esperaba con emoción, dado que nunca había estado dentro del Estado del Vaticano.
Al hacer referencia a la relación entre la religión y la emblemática carrera, el ciclista que recibió el premio del primer lugar admitió que la fe “simplemente une a todos. Creo que ese es el punto principal. Como dije, va a ser un momento muy especial al pasar –a través del Vaticano- con esta icónica camiseta –la maglia rosa-”.
Al mismo tiempo, ciclistas como Egan Bernal y Richard Carapaz manifestaron su emoción ante una experiencia que prometió renovar su fe a través del recorrido por Italia.
Bernal, un pedalista con fe renovada
El ciclista colombiano Egan Bernal, aseguró el séptimo lugar en la clasificación de la edición 107 del Giro de Italia; con un desempeño extraordinario, logró ser el primer latinoamericano en hacerse con la victoria en el Tour de Francia en el 2019 y , en el año 2021, se levantó con el trofeo del Giro d’Italia.
Sin embargo, al año siguiente, el ciclista sufrió un accidente que le pronosticó dos oscuros escenarios para un deportista, la muerte o la paraplejia. A pesar de ello, Bernal no se dejó vencer y obtuvo, nuevamente, la victoria sobre un pronóstico que le vaticinaba un futuro lejos de sus metas; el pedalista, de la mano de Dios, se sobrepuso a las dificultades y, ocurrió, lo que describió como un “milagro”.
Desde el 09 de mayo, hasta el 01 de junio, Egan Bernal pedaleó continuamente en la gran carrera del país europeo; “si no fuera por Dios, no estaría acá” admitió el ciclista, quien destacó su compromiso de fe, “especialmente en este Giro, después de todo lo que pasó con el accidente, creo que fue gracias a Él que puedo estar aquí […] así que espero seguir haciendo cosas buenas en agradecimiento a Dios”.
“Creo que viene desde la educación con mis papás”, aseguró al referirse a su preparación espiritual antes de cada gran carrera; tras el accidente, el ciclista asevera que su relación con Dios se ha fortalecido, no sólo en su vida, sino en la de toda su familia.
Del mismo modo, declaró para Vatican News que, el superar las etapas más difíciles del Giro, son un motivo de agradecimiento; “cuando estoy muy cansado o me duelen mucho las piernas, le doy gracias a Dios porque puedo sentir algo, porque a cierto punto pude estar muerto o quedar parapléjico, así que, le doy gracias a Dios incluso por los momentos más duros”.
Finalmente, el ciclista colombiano expresó su emoción por conocer al Santo Padre León XIV, “estaré cerca, así sea un poco, del nuevo Papa […] es emocionante para mí”.
Primera vez en el corazón de la Iglesia
Richard Carapaz, el ciclista ecuatoriano que se hizo con el tercer lugar en el Giro d’Italia 2025, describió como un momento muy “especial” al ser la final de una carrera que le permitió recorrer el Vaticano.
Como “fiel creyente”, de acuerdo a sus propias palabras, Carapaz aseguró que se prepara espiritualmente antes de cada etapa; al referirse a las etapas más rigurosas de la carrera, el ecuatoriano afirmó que Dios “me ha dado un don y, al final, siempre quiero hacer lo mejor […] yo soy un instrumento –de Dios-“.