Un sacerdote maronita narró que llegó hasta el cuarto del senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, en la Clínica de la Fundación Santa Fe en Bogotá (Colombia) para darle los santos óleos y tocar su cuerpo con una reliquia de primer grado –un fragmento óseo– de San Charbel, pidiendo el milagro de su recuperación.
En el último parte médico compartido por la Fundación Santa Fe, luego del atentado sufrido por Miguel Uribe el pasado 7 de junio, se indica que el senador de 39 años muestra una “leve disminución de la presión intracraneana” aunque aún “permanece en condición clínica crítica con pronóstico neurológico reservado”.
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El P. Betrand Akl explicó el 13 de junio a Noticias Caracol que “el senador tiene ascendencia maronita y la familia Turbay también. Como hijo de la Iglesia Maronita nuestro deber es ir y visitarlo con la reliquia del santo”.
La Iglesia maronita es una de las 23 iglesias católicas de rito oriental que están en plena comunión con la Iglesia Católica de rito latino (occidental), y que se desarrolló en el Líbano.
La reliquia de San Charbel y Miguel Uribe Turbay
El sacerdote compartió que con la reliquia de San Charbel acompaña “los casos imposibles y me acompañó a la clínica para darle la Unción de los Enfermos y toqué el cuerpo del senador con la reliquia de primer grado de San Charbel, con el permiso de la tía del senador y su hermana”.
Mientras le daba los santos óleos, recordó el presbítero maronita, la hermana de Miguel Uribe Tubay “estaba de rodillas con la reliquia rezando”. “Nosotros somos maronitas, confiamos en nuestros santos, y va a salir adelante”, dijeron los familiares presentes en ese momento, de acuerdo al relato del sacerdote.
Luego de la visita del P. Akl, se colocó un cuadro de San Charbel en el cuarto de Miguel Uribe y se suscitó un cambio en la actitud de los familiares.
“Esta confianza que tuvieron después de la venida del santo transformó todo. Había un ambiente más o menos pesimista antes y después vi un cambio de actitud. Eso me hizo recordar la reacción de los discípulos después de la resurrección de Jesús”, dijo el sacerdote a Noticias Caracol.
El P. Akl destacó que San Charbel, santo maronita, es “el amigo de Dios y el amigo de los hombres” que “está presente en cada casa y familia. Es raro no encontrar en el Líbano a alguien que no tenga un Charbel entre sus hijos”.
Su devoción “no se quedó en el Líbano. Por las persecuciones salieron muchos libaneses y llevaron esa devoción, y ahora está en Australia, Estados Unidos, Francia, y Colombia, entre otros países”.
San Chárbel es uno de los santos más queridos en el mundo de habla hispana, especialmente en México. Su nombre original fue Youssef Antoun (José Antonio) Makhlouf (Majluf).
Nació en Beqakafra, Líbano, el 8 de mayo de 1828. Quedó huérfano de padre a los tres años, por lo que quedó bajo el cuidado de su madre, quien se casó en segunda nupcias con un sacerdote maronita, algo que es permitido en el rito maronita católico, lo que influyó en él para decidir ser monje y tomar el nombre de un famoso mártir sirio: Chárbel.
Hizo sus votos solemnes en 1853 y fue ordenado sacerdote en 1859. Vivió 15 años en el monasterio de San Marón, siendo un monje ejemplar, dedicado a la oración, el apostolado y los estudios de espiritualidad.
Luego sintió el llamado para vivir en soledad, algo que hizo desde 1875 hasta su muerte en 1898, dedicado a la ascesis, la penitencia, el trabajo manual y la oración intensa.
San Charbel había ganado fama por las curaciones milagrosas acontecidas entre quienes se acercaban a él.
Murió el 24 de diciembre de 1898. El Papa San Pablo VI lo beatificó el 5 de diciembre de 1965 y lo canonizó el 9 de octubre de 1977. Su fiesta se celebra el 24 de julio.