Este 14 y 15 de junio, atletas, directivos, jóvenes, entrenadores, y dirigentes de asociaciones deportivas de diferentes países del mundo participaron en el Jubileo del Deporte, que les reservó un rico programa: la Conferencia «El impulso de la esperanza: historias más allá del podio», la Audiencia Jubilar con el Papa León XIV, la peregrinación a la Puerta Santa con la “Cruz de los Atletas” y la celebración de la Santa Misa en la solemnidad de la Santísima Trinidad.
Vatican News
En el marco de la celebración del 25 Jubileo de la historia, que está dedicado al tema de la Esperanza, se celebró este 14 y 15 de junio el Jubileo del Deporte, evento en el que participaron atletas, directivos, jóvenes, entrenadores, y dirigentes de asociaciones deportivas de diferentes países del mundo. Los representantes del mundo del deporte vivieron un rico programa organizado por la comisión central de Jubileo y el Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede.
Conferencia: “El impulso de la esperanza, historias más allá del podio”
Uno de los primeros eventos en el que participaron los deportistas fue la Conferencia «El impulso de la esperanza: historias más allá del podio», que se realizó la mañana de este 14 de junio, en el Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum de Roma. El evento fue inaugurado por el cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación quien señaló que, “una de las muchas características del deporte es la de ser una escuela relevante para algunos valores que no se enseñan en los proyectos educativos clásicos” y que en cambio “son particularmente relevantes ante los riesgos de la sociedad contemporánea”.
Asimismo, el cardenal Tolentino de Mendonça citó la constitución pastoral del Concilio Vaticano II Gaudium et spes, para recordar cómo “el deporte puede estar al servicio de la fe y la fe al servicio del deporte” en una “profunda colaboración”. En particular, aclaró que “el deporte sirve a la evangelización, pero el Evangelio asegura que el deporte tenga horizontes de significado”. El Prefecto explicó que la conferencia fue concebida como “una reflexión multifacética” y “un laboratorio de esperanza y diálogo” con “quienes viven el deporte y, por tanto, practican determinados valores de forma muy natural y no teórica”.
Thomas Bach: Trabajar en equipo a través de la solidaridad
En la Conferencia también participó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien destacó que, “las conexiones entre el deporte y la fe que surgen especialmente cuando experimentamos la solidaridad”. Habló de los “grandes valores humanos de la civilización” llamando la atención sobre la extraordinaria aventura de los Juegos Olímpicos Mundiales de la era moderna, que desde los años 60 han puesto en primer plano en el mundo “el valor de la paz, la capacidad de estar juntos aprendiendo el respeto a los demás”. Se detuvo en la “belleza de aprender a convivir en la diversidad, de descubrir que somos comunidad siendo equipo”. Y enfatizó la “necesidad de solidaridad”, sin la cual, reiteró, “no hay paz”. Es precisamente esta necesidad de solidaridad, añadió, la que más comparten el deporte y la fe. El deporte puede enseñar que “a través de la solidaridad nos hacemos más fuertes”.
La Conferencia también estuvo enriquecida por los testimonios de algunos deportistas como: Valentina Vezzali, campeona italiana de esgrima; Amelio Castro Grueso, campeón paralímpico de esgrima; Sérgio Conceição, exjugador y entrenador de fútbol. Así como por la presencia de algunos representantes de la Santa Sede: monseñor Paul Desmond Tighe y monseñor Carlo Maria Polvani, en su calidad de secretarios. También estuvo presente el obispo de Digne, monseñor Emmanuel Gobilliard, quien fue el delegado de la Conferencia Episcopal Francesa para los Juegos de 2024.
La Audiencia Jubilar con el Papa León XIV
Esa misma mañana. Los deportistas y peregrinos participaron en la Audiencia Jubilar presida por el Papa León XIV en la Basílica de San Pedro. De este modo, el Pontífice retomó las audiencias que habían quedado suspendidas después de la muerte del Papa Francisco.
En su catequesis, el Papa León XIV alentó a los peregrinos a mantener viva la esperanza y para ellos les habló de la “conexión” que hay entre el cielo y la tierra y como Jesús une esas dos realidades. Asimismo, el Santo Padre les propuso la figura de uno de los más grandes teólogos cristianos, Ireneo de Lyon, y destacó que, “Jesús no es un muro que separa, sino una puerta que nos une. Es necesario permanecer en él y distinguir la realidad de las ideologías. Queridos hermanos y hermanas, también hoy las ideas pueden enloquecer y las palabras pueden matar”.
La peregrinación a la Puerta Santa
Esa tarde, los deportistas acompañados por sus familiares y amigos vivieron uno de los momentos más significativos de este Jubileo, que es la peregrinación a la Puerta Santa de la Basílica de San pedro en el Vaticano.
Llevando la “Cruz de los Atletas”, una cruz hecha con 15 piezas diferentes de madera de todo el mundo con una silueta recortada de Cristo en el centro y un “podio” de tres niveles debajo con las palabras fe, esperanza y amor escritas en él, los atletas partieron desde Piazza Pía recorriendo la “pista” de la Via della Conciliazione, hacia la “meta” de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. La cruz peregrina pasó por las manos de ganadores de medallas olímpicas, niños, obispos y cardenales, y entusiastas del deporte. Una multitud diversa para reflexionar sobre que el deporte es de todos y para todos es la que participó en la peregrinación jubilar organizada por Athletica Vaticana, la asociación multideportiva oficial de la Santa Sede.
De Mendonça: Los deportistas deben promover la civilización del amor
Antes de dirigirse a la Basílica Vaticana, el grupo, con banderas, sombreros y gafas de sol de todos los colores, pasó un momento de oración en la Piazza Pía mientras un coro cantaba los cantos de la comunidad de Taizé. “Mirando la Cruz del Deporte, te rogamos con confianza, Señor, por los hermanos y hermanas aquí reunidos para el Jubileo del Deporte”, rezó el cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Bajo un cielo claro y en el calor del verano, la Cruz de los Atletas fue llevada un breve trecho por una delegación de la Conferencia Episcopal Francesa, para luego ser entregada simbólicamente a Athletica Vaticana, que la conserva durante los períodos entre una competición olímpica y otra. Fue traído por Monseñor Emmanuel Gobilliard, obispo de Digne y representante para el deporte de la Conferencia Episcopal, acompañado por Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, Aurélien Diesse, campeón olímpico francés de judo y Mathias Dantin, jugador de rugby.
Peregrinos, como la Cruz de los Atletas
La historia de la Cruz de los Atletas comenzó en 2012 en Londres cuando la comunidad católica de la capital inglesa, que albergaba los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de ese año, decidió crear un objeto que pudiera convertirse en un punto de referencia para los atletas cristianos. Elaborado por el artesano John Cormer, está hecho de 15 piezas diferentes de madera, procedentes de distintas partes del mundo, incluida Tierra Santa, Rusia, China, Estados Unidos, Australia, Sudáfrica y más. Desde allí fue entregada a la Iglesia brasileña para los próximos Juegos Olímpicos de Verano celebrados en Río de Janeiro en 2016. La cruz también recibió la bendición del Papa Francisco en 2013, cuando visitó la ciudad para participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Luego la llevaron a Tokio para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020, que se vieron duramente afectados por la pandemia. La cruz se hizo verdaderamente famosa durante los Juegos Olímpicos de verano de París del año pasado, cuando fue colocada en la Iglesia de la Madeleine, en el centro de la ciudad, en una capilla especialmente dedicada a “Nuestra Señora de los Deportistas”.