El P. Cristián Lerma nació en una familia sencilla del Tuluá (Colombia), con una mamá más cercana a la Iglesia que su padre; sin embargo, el testimonio del sacerdote y de su hermano diácono logró que paulatinamente el padre se acercara a Cristo y decidiera unirse en matrimonio con su ahora esposa.
En conversación con EWTN, el P. Cristián relató que sus padres llegaron de Guapí, un municipio de pescadores en el Pacífico colombiano. De la unión de ambos nacieron tres mujeres y tres hombres.
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El ambiente familiar y el matrimonio de sus padres
Durante el diálogo, el P. Cristián recuerda que siempre ha visto a su madre “más cercana a la Iglesia, más cercana a pertenecer a grupos de la Iglesia, a asistir a la Misa”, pero no ocurría lo mismo con su padre.
Además, señala, su mamá siempre quiso contraer matrimonio, pero la costumbre social indicaba que la iniciativa debía ser tomada por el hombre. “Mi mamá toda la vida ha querido casarse, pero mi papá nada, nada que ver, nada que ver con la Iglesia”.
Sin embargo, el testimonio que daban en el hogar el P. Cristián y su hermano Jesús —actualmente diácono—, caló en la vida de su padre. El ver cómo “nos adentramos tanto a la Iglesia y ver que luego ambos fuimos ordenados”, encendió en su progenitor el deseo de conocer la fe católica, hasta llevarlo a tomar “la iniciativa de pedirle matrimonio a mi mamá”.
El P. Cristián celebró el sacramento del matrimonio de sus padres el 14 de diciembre de 2024, con la participación de su hermano Jesús, como diácono. Para el sacerdote, ello “fue experimentar la misericordia de Dios para la familia Lerma Hurtado. El Señor fue misericordioso con mi familia”.
El descubrimiento de su vocación
Sin embargo, el descubrimiento de la vocación sacerdotal del P. Cristián no fue de inmediato. Relató que después de recibir la Confirmación “yo no quería saber nada de Iglesia” porque la relacionaba con la escuela, en la que tenía que aprender muchas cosas, como las oraciones.
“Mi hermano Jesús, que es mayor que yo, el que es diácono, me invitó al grupo juvenil de esa misma parroquia en la cual yo hice la catequesis (para la Confirmación)”, relató. Sin embargo, en un principio no aceptó porque creyó “que era lo mismo de la Confirmación”.
“Lo curioso fue que yo vi en ese grupo juvenil algo que me cautivó, y es que había mujeres muy bonitas, y decidí decirle a mi hermano que sí, que voy a entrar al grupo juvenil porque pensé que era la oportunidad para tener novia”, recordó.
Pero una vez dentro, “la cosa cambió totalmente porque la manera como oraban, la manera como daban las enseñanzas, era totalmente distinta. Era una experiencia de jóvenes para jóvenes y a mí eso me cambió”.
Dentro del grupo lo animaron a servir en los retiros espirituales, dentro de los cuales se encontró “con una realidad de los jóvenes bastante difícil: drogadicción, vicios, aborto, una cosa muy triste”.
La confrontación con estas realidades lo impulsaron a “querer llevarle a Dios a estos jóvenes. Ahí empezó toda esta aventura. Yo pensaba: ‘Yo quiero dedicarme a trabajar con jóvenes’, pero no pensaba en lo del sacerdocio”.
Sin embargo, el coordinador de los retiros le dijo que sí tenía vocación y le financió el ingreso al preseminario. “Ahí comenzó todo este proceso y finalmente entré al seminario, con la motivación de querer entregarle mi vida al Señor por los jóvenes y es lo que he hecho desde que le dije que sí a Dios”. Fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre de 2023.
El video en el que se le ve llorando de emoción por su ordenación sacerdotal fue viral en su cuenta de Instagram. El P. Cristián describió ese momento “como un ‘instante de cielo’. Fue una experiencia divina”.
Finalmente, el sacerdote colombiano dio este mensaje a los jóvenes: “Si nos quedamos mirando las sombras, los defectos, lo que hemos perdido, los errores, nos vamos a llenar de pesimismo, dolor y angustia. Hay que mirar lo que tenemos, lo que podemos, lo positivo, los sueños. No perder la esperanza, saber que todo es posible”.