Santo Domingo. – En el marco de la Solemnidad de Todos los Santos, se celebró con alegría el Jubileo Nacional de los Seminaristas, una jornada que reunió a jóvenes en formación sacerdotal de todo el país para renovar su compromiso de seguir a Cristo con fidelidad y esperanza.
Las actividades iniciaron con una peregrinación desde el Santuario Arquidiocesano Nuestra Señora de la Altagracia hasta la Catedral Primada de América, donde se celebró la Santa Eucaristía, presidida por Monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo. La misa fue concelebrada por Monseñor José Amable Tineo, Obispo Auxiliar de Santo Domingo; Monseñor José Dolores Grullón Estrella, Obispo Emérito de San Juan de la Maguana; y los padres formadores de los distintos seminarios del país.
Durante su homilía, Monseñor Ozoria destacó que la Solemnidad de Todos los Santos invita a reflexionar sobre la vocación universal a la santidad, recordando que “no es un privilegio de unos pocos, sino una llamada dirigida a todos los bautizados”.
El Arzobispo subrayó que la Iglesia, siendo “santa, apostólica y católica”, está conformada por hombres y mujeres imperfectos que caminan sostenidos por la gracia de Dios. En este sentido, señaló que la santidad es un camino de conversión continua, vivido en comunidad y fortalecido por los sacramentos, la oración y la fraternidad.
La celebración concluyó en un ambiente de fe, gratitud y esperanza, en el que los seminaristas renovaron su compromiso de configurarse con Cristo Buen Pastor, dejando que Su amor transforme sus vidas para ser auténticos testigos de santidad en medio del pueblo de Dios.
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